El profesor universitario por varios años llevó consigo un examen de cierto y falso. Cuando hablaba con sus colegas sobre rendimiento estudiantil, sacaba el examen y señalaba: "Este examen se lo puse al lavacarros barbudo que todos conocemos. Y aunque Uds. no lo crean, sacó mejor nota que varios de mis alumnos".
Algunos catedráticos se reían del "chiste académico" que dejaba mal parado a los universitarios.
Hasta que uno le dijo que el culpable era él, por poner un examen tan sencillo que hasta un lavacarros lo haría bien.
Una vez puse un pequeño libro de cuatro capítulos a mis alumnos para que lo leyeran. Se hizo examen de los tres primeros capítulos.
Esto sucedió en el primer semestre. Al finalizar el segundo semestre, pregunté a los alumnos ¿cuántos se han leído el cuarto y el último capítulo del libro? ¡Ninguno!.
Los recrimine: "Ni siquiera tuvieron la curiosidad periodística de conocer cómo terminaba el libro que Uds. habían leído casi todo en el primer semestre".
Aunque mis lectores no lo crean, hay que obligar muchas veces a alumnos de Periodismo... a que lean periódicos.
Mientras muchos panameños compran periódicos todos los días, los pichones de periodistas no lo hacen. Ni que hablar de ver noticieros de TV y escuchar los de radio.
Puse una investigación a mis alumnos hace meses. Les dí cuatro semanas para entregar el informe.
El día anunciado, de cuarenta alumnos.. ¡sólo diez entregaron la investigación!.
Por más que uno les explique que el periodista debe hacer a tiempo sus obligaciones, no cumplen con las fechas.
Debo señalar que lo mismo ocurría cuando estudiaba Sociología en Chile, hace cuarenta años. Por lo visto el poco -me-importa de algunos estudiantes universitarios es "globalizado".
¿Por qué sucede esto? Por irresponsabilidad, en primer lugar. Luego pereza y finalmente mala planificación de sus responsabilidades.
Claro que hay alumnos excelentes en la Universidad de Panamá y en otros países.
Pero ellos son una minoría. Realmente si los alumnos pusieran mayor empeño en estudiar y cumplir sus tareas, muchos llegarían a estar en el Cuadro de Honor.
A veces los profesores nos preguntamos ¿por qué y para qué van tantos alumnos a la Universidad?
Por varios motivos, pero no por lograr una profesión y mejorar su nivel cultural.