El máximo líder del movimiento chií libanés Hizbulá, Hassan Nasralá, amenazó de nuevo con bombardear Tel Aviv y advirtió de que el Líbano nunca formará parte del "nuevo Oriente Medio" que pretende Estados Unidos.
"Si bombardean Beirut, los jóvenes de la Resistencia Islámica atacarán Tel Aviv, porque pueden hacerlo", advirtió el clérigo en su cuarta aparición televisiva desde que el pasado 12 de julio estallara la guerra no declarada con Israel.
Nasralá recordó que los milicianos de Hizbulá han lanzado en los últimos días 300 misiles contra el norte de Israel, que han causado la muerte de al menos siete personas y herido a más de 50.
En los 45 minutos de discurso, el más largo de los hasta la fecha pronunciados por Nasralá, el máximo responsable del Partido de Dios también acusó a Israel de librar una guerra psicológica "plagada de mentiras", destinada a aterrorizar y desmoralizar a la población libanesa.
Según Nasralá, no es cierto que el Ejército israelí haya logrado dañar la capacidad militar de la Resistencia Islámica, si no que, al contrario, ha perdido decenas de carros de combate y soldados en el sur del Líbano.
"Apenas han penetrado unos pocos kilómetros en territorio libanés. Se han visto sorprendidos por nuestros jóvenes y su pasión por luchar hasta la última bala", aseguró Nasralá a través de la televisión Al Manar, órgano de propaganda del movimiento chií.
"Nada de lo que dicen es cierto, porque la estrategia de nuestros combatientes es la guerra de guerrillas", agregó.
Sentado frente a una cámara fija que nunca cambió el plano y escoltado por la bandera del Líbano y el pendón amarillo, con el brazo alzado símbolo de la Resistencia, Nasralá se mostró incluso sarcástico con las operaciones de comando israelíes.
Sin ocultar su regocijo, ironizó sobre la unidad de fuerzas especiales que días atrás asaltó en plena noche un edificio de la ciudad de Baalbeck, en el valle oriental de la Bekaa.
"Cayeron sobre un hospital en el que únicamente había civiles y capturaron a uno al que creían Hassan Nasralá", afirmó.