La ausencia temporal del presidente cubano Fidel Castro del poder ha reabierto el debate en EEUU sobre la eficacia del embargo impuesto por Washington para asfixiar al régimen y fomentar una transición democrática.
Estados Unidos ha mantenido desde 1962 un embargo unilateral contra el régimen castrista como una medida de presión para propiciar un cambio político en la isla.
La Ley Helms-Burton, de 1996, recrudeció el embargo y, en 2004, el presidente George W. Bush restringió aún más los viajes y el envío de remesas a ese país. El Gobierno de EEUU considera que la cesión provisional del poder anunciada el lunes por problemas de salud no cambia en nada la situación.