CUARTILLAS
Actitud
 
Milciades A. Ortiz Jr.
Colaborador
En un curso de Relaciones Humanas nos hicieron un ejercicio sobre la actitud positiva y negativa de las personas. Echaron agua en un vaso hasta la mitad, y pidieron que dijéramos lo que veíamos e hiciéramos un comentario. Algunos en forma despectiva dijeron que "sólo había medio vaso con agua". Otros hablaron que el vaso estaba con la mitad de agua, y se mostraron contentos por esa circunstancia. Allí estaban las personalidades negativas y positivas reflejadas, según se nos dijo. Todo era cuestión de actitud ante el hecho: la realidad era una sola: medio vaso con agua, pero cada persona lo interpretaba distinto, según su actitud ante la vida. Y se nos dio una frase ejemplar: "si la vida te da solamente un limón, no te desesperes y prepara una deliciosa limonada con él". Pienso en esta experiencia y frase a cada momento, cuando noto cómo la actitud de las personas muchas veces arruina su manera de vivir. Ante una situación traumática como es un despido, las respuestas son diferentes. Unos caen en una actitud "derrotista". Comienzan por quejarse de su mala suerte, la echan la culpa a todo el mundo, se hunden en una depresión que los puede llevar a la bebida o hasta el suicidio (esto vale también ante el fracaso de un amor intenso). Hay otras personas que se "conforman" con lo ocurrido y tratan de adaptarse lo mejor posible. Si no consiguen empleo, buscarán quien les dé dinero, comida, etc. Harán poco por cambiar esa situación, ya que su actitud será de un "conformista". Pero existen quienes tienen una actitud "innovadora", de optimismo. Esos buscarán otras formas de hacer dinero, mientras les llega el puesto que consideran adecuados. Son los que inventan maneras de ganarse la vida en forma honrada, y por eso se les ve activos y sin lamentarse. Toman el despido como un reto, una oportunidad para mejorar y no un fracaso. Creo que los gobiernos deberían hacer exámenes de conducta para conocer a la gente "derrotista", "conformista" y las "innovadoras", "echadas para adelante", optimistas. Y poner en los principales cargos del Estado a gente positiva, que busque soluciones y no se la pase "llorando" y echándole la culpa a todo el mundo (incluyendo al gobierno anterior) para justificar su falta de acción, creatividad y eficiencia. En lugar de tantos asesores en no sé qué, convendría al gobierno contratar psicólogos, expertos en relaciones humanas, motivadores de la conducta, para mejorar la eficiencia de la administración. Y esto que vale para el gobierno, también debe realizarse en la empresa privada (donde debo decir que existe más posibilidad de que se esté dando actualmente). No hay que dejar a un lado las escuelas, colegios y universidades. El educador debe captar la personalidad de sus alumnos para así lograr mayor provecho de su trabajo. Pienso que existen algunos educadores "conformistas". Sólo sueñan con llegar a la jubilación con el mejor sueldo lo antes posible. Poco optimismo transmitirán a sus estudiantes, si ellos no tienen esa actitud ante la vida. ¿Y usted, estimado lector? ¿Cómo es su manera de reaccionar ante las cosas que le trae la vida? Espero que 1) se auto-analice, para ver qué tipo de personalidad tiene. 2) Trate de mejorar su actitud en los próximos días y 3) hable esto con sus parientes cercanos, para que ellos también mejoren su manera de actuar ante la vida. Si existieran muchos optimistas e innovadores en Panamá, estoy seguro que mejorarían las condiciones de vida de este pueblo.
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