Turba incendia dos sedes policiales y libera a cuatro reos en Tecún Umán

Agencias
Internacionales
Ayer, dos sedes policiales incendiadas, 18 detenidos, varios negocios saqueados, 15 agentes antidisturbios heridos y cuatro reos liberados, es el saldo preliminar de siete horas de enfrentamientos entre las autoridades y vecinos de Tecún Umán, San Marcos, quienes querían linchar a un presunto asesino. La jornada violenta comenzó a balazos. Mérido Antonio Flores Villanueva, un vendedor de seguros funerarios, murió de cuatro impactos en pleno centro del pueblo. De inmediato, testigos oculares y policiales persiguieron al presunto agresor hasta darle alcance. Aún con el arma en la mano, Beltrán Juárez, de 28 años, se entregó a los agentes captores. Según el reporte policial, la pistola 9 milímetros marca CZ fue que portaba fue enviada al departamento de Balística para las pruebas correspondientes. Media hora después, una turba se aglomeró en la subestación policial y solicitó la entrega del detenido para hacer justicia por mano propia, pero los agentes se negaron a entregarlo; eso generó que se caldearan los ánimos y empezaron a atacar a los policías. La respuesta inmediata de los descontentos fue una lluvia de piedras, palos y botellas sobre el edificio donde mantenían al presunto atacante. Frente a la desventaja numérica, los uniformados abandonaron el recinto. La mañana siguió a balazos. El inmueble evacuado por los agentes fue tomado de inmediato, y los bochincheros cargaron con municiones, cargadores para fusiles y metralletas y dos armas 9 milímetros, equipo con el que presuntamente se enfrentaron en la calle con las autoridades. Otro tipo de equipo también sufrió las consecuencias del malestar, pues en el piso quedaron los restos de dos televisores, una computadora, un aparato de fax, dos teléfonos y una planta de radio. También destruyeron mobiliario y equipo de oficina, archivos, camas, colchonetas, 17 vidrios, ventanales y cuatro autopatrullas. La multitud saqueó las instalaciones y robó 14 teléfonos celulares de los agentes, ropa de uso personal, uniformes, dinero en efectivo y ropa de cama. El pillaje caminó a sus anchas, pues también desapareció un lote de mercadería mexicana que ingresó de contrabando, cuyo decomiso fue valorado por las autoridades en Q50 mil. Y mientras buscaban al detenido, los agentes lo trasladaron hacia Pajapita, San Marcos, para resguardar su integridad física.
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El pillaje caminó a sus anchas, pues también desapareció un lote de mercadería mexicana que ingresó de contrabando, cuyo decomiso fue valorado por las autoridades en Q50 mil. Y mientras buscaban al detenido, los agentes lo trasladaron hacia Pajapita, San Marcos, para resguardar su integridad física.
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