Los residentes de Barú no saben si es mejor el invierno o el verano para tener agua potable en sus residencias. El problema es que urge la construcción de una planta potabilizadora que abastezca a todo el distrito, con una buena calidad de agua.
Franklin Valdés, alcalde de Barú, explicó que se trata de un problema crónico en el que, cada vez que el río Chiriquí Viejo aumenta su caudal trae consigo una cantidad de sedimentos, que obstruyen la toma de agua de Paso Canoas, y la mayor parte de la población de Barú se queda sin agua.
Mientras tanto, en la potabilizadora de San Bartolo, los problemas son en verano e invierno. En el verano, se seca el río San Bartolo y en el invierno, la cantidad de sedimentos obstruyen la toma de agua.
Valdés indicó que la población tiene serios problemas con el abastecimiento del vital líquido, por los problemas que provoca la crecida de los ríos, que daña las tomas de agua de la comunidad. Piden a las autoridades nacionales que le den la importancia debida a este problema de arrastre que tiene Barú.