El procurador de la Administración, Oscar Ceville, negó que ordenase espiar las comunicaciones de funcionarios de esa entidad que fueron colaboradores de su antecesora Alma Montenegro de Fletcher y señaló a su antiguo jefe de seguridad Jorge Ábrego, de querer chantajearlo con grabaciones que tenía en su poder.
Ceville dijo que en el 2008 despidió a Jorge Ábrego por haber colisionado un vehículo oficial en estado de ebriedad tras libar en una cantina del mercado.
Según Ceville, Ábrego no esperó el parte policial y se fue con el auto colisionado.
"Soy un cumplidor de la Constitución y la ley. Soy incapaz de hacer eso, señaló Ceville.
Según Ceville, es probable que en medio de todo pueden haber otras personas tratado de sacar provecho, porque se anuncian grabaciones telefónicas en momentos en que el procurador suplente, Nelson Rojas, está en un proceso judicial frente a la Procuradora separada Ana Matilde Gómez.
Además negó que Rojas trabajara en la Procuraduría en el 2005 cuando se señala que se registraron las intervenciones telefónicas.
La versión de Ceville indica que meses después de la destitución, Ábrego a través de una de sus secretarias le hizo llegar un documento donde le proponía negociar unas grabaciones que decía tener de unos ex funcionarios de la institución.
Ábrego alegaba que era seguro que existían varias personas que sí querían ese maletín con esas grabaciones que tenía y citaba a dos personas en particular: la ex procuradora Alma Montenegro de Fletcher y el actual magistrado Víctor Benavides".
Ceville dijo que frente a estas circunstancias no sabía si él estaba siendo grabado, por lo que llamó al presidente Martín Torrijos y al secretario del Consejo de Seguridad, Eric Espinosa, para que hiciera las investigaciones.
El Procurador de la Administración sostuvo que interpuso la denuncia ante el Consejo de Seguridad y al cabo de unas semanas, Eric Espinosa le comunicó que hicieron contacto con Ábrego y que éste se encontraba en una situación económica precaria y que eso había sido un acto de desesperación , y que por razones de humanidad recomendaba no seguir un procedimiento legal contra el ex jefe de Seguridad, afirmó
El procurador alegó que no sabe dónde están las grabaciones, porque ni las autorizó ni las divulgó.