Los narcotraficantes y paramilitares que operan en Colombia "blanquean" varios millones de dólares a través de la venta de onzas de oro que compran en Panamá, luego lo funden para pasarlo por el emisor Banco de La República sin levantar sospechas, reveló el diario El Tiempo.
Ante la Corte Federal de Washington, el extraditado jefe paramilitar Salvatore Mancuso reveló cómo el narcotráfico blanquea sus capitales ilícitos a través de la venta de cientos de onzas de oro.
Según explicó en varias audiencias -que se iniciaron en enero del 2009- el metal es comprado en Panamá y un grupo de lavadores de la mafia lo ingresa a Colombia para fundirlo y entregarlo -dosificado-, a un ejército de alcaldes, quienes se encargan de llevarlo al Emisor, reportarlo como explotación local y cobrar millonarias regalías estatales.
Mancuso aseguró que algunos lavadores se quedan hasta con el 70 por ciento de las regalías que gira el Gobierno, y el resto se lo roban los alcaldes.
Y ya dio nombres de municipios que han estado involucrados en este negocio, en el que las Auc también obtuvieron una jugosa tajada: Ayapel, Buenavista, Montelíbano, Planeta Rica (Córdoba) y otros tantos, ubicados en el rico Bajo Cauca antioqueño.
Esa técnica de blanqueo no estaba tan clara en el radar de EE. UU. Por eso, esta semana, ese Gobierno envió a Colombia al director de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), Adam Szubin, para buscar mecanismos que permitan establecer -con autoridades locales-, qué porcentaje de los 1.57 millones de onzas que Colombia puede producir en un año, provienen de esa minería ficticia.