Existe vulnerabilidad en los puntos fronterizos entre Panamá y Costa Rica que obstaculiza la lucha contra el crimen organizado, narcotráfico, trata de personas y tráfico de armas, detalló un informe presentado por el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP) con sede en Nicaragua.
Según el estudio, los puntos vulnerables son los cuatro cantones fronterizos con Panamá: Talamanca, Corredores, Coto Brus y Golfito.
Se estima que del 100 % de la cocaína que sale desde Buenaventura, en Colombia, un 9 a 15% es capturada en Costa Rica.
Ese estudio reveló que en Costa Rica hay una fuerte presencia de tráfico de drogas a cargo del Cartel de Sinaloa en la zona pesquera, donde también hay liderazgo de "Los Zetas" y "La Familia Michoacana".
Igualmente se detalló que una de las zonas más vulnerables para el narcotráfico es la de Punta Burica, donde hay poca presencia policial, incluso sin medios de comunicación para hacer los reportes.
Costa Rica se ha convertido en un lugar de bodegaje o los llamados "caletos" para guardar la droga, sobre todo en áreas pesqueras, además de servir en Pacífico como centro de abastecimiento de combustible para las lanchas rápidas que salen desde Buenaventura o del departamento de El Chocó, en Colombia.
La frontera entre Costa Rica y Panamá abarca unos 150 kilómetros, donde se diagnosticó una demarcación territorial poco clara y puntos ciegos.
También se registró el hecho de la presencia de sicariato en la frontera con Paso Canoas, escasa presencia policial y el mal equipamiento de las unidades policiales.