Soldados de Estados Unidos en Afganistán habrían intentado deshacerse de pruebas clave, tras el bombardeo estadounidense que mató a cerca de 50 civiles, muchos de los cuales asistían a una boda.
Ése sería el punto central de un informe preliminar elaborado por Naciones Unidas, según afirma ayer el diario británico The Times de Londres, que dice haber tenido acceso al documento.
De acuerdo con el periódico, el informe señala que los militares estadounidenses recogieron esquirlas y balas, eliminando además rastros de sangre; también se habla de cadáveres de mujeres con las manos atadas.
Según la misma fuente, el documento indica que los investigadores de la ONU no pudieron corroborar la afirmación estadounidense de que la aeronave que disparó contra los civiles lo hizo luego de ser blanco de un ataque.
El diario The Times señala que el Pentágono se negó a efectuar comentarios sobre el informe de la ONU, pero dijo que el incidente está siendo investigado por el Comando Central de Estados Unidos.
El gobierno afgano advirtió que no debe haber ningún tipo de encubrimiento del incidente, que ocurrió el 1º de julio. De acuerdo con las autoridades de Afganistán, 48 civiles murieron y más de 100 resultaron heridos cuando helicópteros de combate estadounidenses bombardearon blancos en la provincia central de Uruzgan, incluyendo el pueblo de Kakarak, donde se celebraba una boda.
Estados Unidos dijo que necesitaba varias semanas para recoger pruebas y elaborar un informe completo sobre el incidente. Sin embargo, habitantes locales señalaron que soldados estadounidenses llegaron al sitio del ataque horas después, tomaron fotografías y realizaron filmaciones de los cadáveres en ese poblado. |