Lea muy brevemente esta pequeña historia. Beto se casó muy enamorado de una chica llamada Olga, ambos rondaban los 20 años, y después de 15 años con tres hijos preciosos una niña de 13 y dos chicos de 11 y 10 lucían como la familia perfecta. Él trabajaba muy duro y procuraba por lo menos compartir el desayuno y la cena con su familia. Los domingos iban todos a la iglesia.
Cada vez que Beto llegaba a la casa, Olga lo ponía al tanto de lo acontecido durante el día con los chicos, y por supuesto que no faltaban los problemas y las necesidades que exigían aportar dinero. Beto, aunque amaba a Olga, sentía que ella no se esforzaba por agradarle, pues los días en que ella lucia bella y esbelta estaban muy atrás.
Poco a poco, su vida se iba haciendo rutinaria, los temas que Beto y Olga trataban eran los mismos.
Así las cosas en la vida de Beto empezó poco a poco a platicar más con una de sus compañeras. Ella se llamaba Linda. A principio, hablaban de cosas triviales, pero después ambos trataron los problemas en sus hogares y al final dejaron a sus parejas para formar una relación.
Cuando comenzaron a vivir juntos, un día por la mañana Beto notó que Linda vestía una fea playera de pijama, usaba sandalias desteñidas y tenía el pelo hecho una maraña. La comenzó a ver horrible, además ni siquiera le hacia sus comidas favoritas ni se ocupaba de la casa ni de su ropa, tal como lo solía hacer su primera esposa. Estos problemas se tornaron feos y comenzaron a discutir hasta que terminaron separándose. Ambos solos y viejos, Y sin familia......
El relato que has leído es simplemente una historia que se repite una y otra vez en Panamá y en otras partes del mundo. Hombres y Mujeres que ponen a Dios en un segundo o tercer plano en sus vidas y que lejos de aprender a vivir en la Palabra de Dios, quieren hacer su vida a SU propia manera fracasando abruptamente, rechazando el amor y todo el esfuerzo que realizan sus esposas en casa.
Valore el trabajo de su esposa con sus hijos e invítela siempre a salir con usted, así no tendrá por qué mirar a otra guial.
