Hubo oportunidades de lado y lado, pero el gol no llegó. Faltando ocho minutos para que el tanteador en blanco fuera definitivo, hubo falta de Francisco Maza sobre Aloisio, en el área de castigo, y el colegiado uruguayo Jorge Larrionda, decretó el tiro desde los once pasos.
Le ejecutó el guardarredes goleador Rogerio Ceni, sobre el poste de mano derecha de su colega Oswaldo Sánchez, para señalar el único tanto del partido. El marcador, São Paulo 1-Universidad Autónoma de Guadalajara 0, no dice mucho, y habrá que esperar al jueves venidero, en el Morumbí.
El encuentro del jueves, con un Estadio "Defensores del Chaco" que no estuvo lleno (trajo menos aficionados, 10.783 que pagaron boletos, a Puerto Sajonia que cuando se presentó River Plate en cuartos de final), fue un doble cero grandote. Hubo dos disparos, el de Pablo Giñazú en la primera mitad, al que la madera dijo no, y otro de Cristian Riveros, que en el segundo tiempo se estrelló en el horizontal. Y nada más. El resultado final fue Libertad de Asunción 0-Internacional de Porto Alegre 0. También se definirá la semana próxima cuando choquen el Estadio "Beira Río". Algo negativo: los casi mil "torcedores" brasileños, que alentaron en las graderías al Internacional, se situaron en el ala derecha de los asientos preferenciales. Lamentablemente, provocaciones y respuestas, de nuevo se produjeron en ambas fanaticadas. Si hubiera que tomar partido por uno de dos candidatos, quizás São Paulo e Internacional tienen mayores opciones, en los desquites. El onceno paulistano, actual campeón de la Copa Libertadores en 2005, sale con un favorable 1-0 frente al Chivas de Guadalajara, México, porque el empate lo pondrá en la segunda final consecutiva. Pero, un gol de diferencia es poco, aunque posiblemente São Paulo valga la localía.
En Asunción, el equipo guaraní ha logrado sumar más puntos que River argentino, El Nacional ecuatoriano y Paulista brasileño, y acumuló el cincuenta por ciento del derecho a ganar en tierras brasileñas, algo que resulta difícil pero no imposible.
Las revanchas se disputarán el 2 y 3 de agosto en el Estadio Morumbí de São Paulo (donde los locales ganaron en tres ocasiones, 1992, 1993 y 2005) y Beira-Río de Porto Alegre, donde mexicanos y paraguayos buscarán una super proeza: que los brasileños pierdan en sus canchas. Es algo así como un 30% de lo realizable, sobre el 70% de los ultrafavoritos.