La solidaridad ha sido fuerza motora para la realización de grandes obras humanitarias. En nuestros campos, por ejemplo, las "juntas " son muestra de lo que se puede lograr cuando el ser humano antepone el egoísmo a la solidaridad. En la naturaleza y en la historia de la humanidad se ha podido apreciar diversas formas de lucha y mutua colaboración, entre diferentes grupos sociales para lograr conquistas que individualmente, hubiesen sido casi imposibles.
Ante los retos que nos plantea la globalización, la solidaridad y la ayuda mutua, principios cooperativistas, deben ser la motivación de comunidades, pueblos, ciudades y naciones. El cooperativismo, sin lugar a dudas, nos brinda la oportunidad de empezar a organizarnos y continuar la lucha diaria para lograr una mejor calidad de vida.
El cooperativismo moderno tuvo sus inicios y ejemplo en los pioneros de Rochdale, una comunidad en Inglaterra donde la industria del tejido ocupaba a la gran mayoría de los trabajadores. En 1844 cuando veintiocho tejedores quedaron sin empleo; en vez de protestas callejeras y huelgas, se unieron y fundaron una cooperativa de consumo. Hoy son dueños de fábricas y todo tipo de comercio.
¿Por qué no tomamos este ejemplo; por qué los desempleados del IRHE, del INTEL, los obreros de la antigua Zona del Canal y los transportistas sin empleo no piensan en crear cooperativas y brindar algunos de los servicios que ellos, tras sus largos años de experiencia bien pueden proporcionar? Se puede, sólo es cuestión de atreverse y ¡comenzar!
Tenemos algunas cooperativas de transporte y de viviendas; investigaremos cómo están funcionando y qué apoyo reciben del gobierno y de las entidades auxiliares del cooperativismo que actualmente funcionan.
Ya en 1966 la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) advertía sobre la necesidad de una respuesta actualizada del cooperativismo, e indicaba para ello el camino de la Integración Cooperativa, alternando sobre la complejidad y la magnitud de su desarrollo, pero como única fórmula para contrarrestar a la globalización.
¿Qué hemos hecho, o qué estamos haciendo en tal sentido? Tenemos el ejemplo de otros países de nuestra América Latina en donde existen, con muy buen éxito cooperativas de todo tipo; ¿por qué no los imitamos? ¿Por qué si somos tan dados a imitar todo lo que nos viene de los Estados Unidos no observamos e imitamos el potencial cooperativo en ese país, donde según estadísticas recientes señalan que existen 150.692.000 cooperativistas asociados a 27.509 cooperativa de distintas ramas? Según informe recibido por internet, "50 millones de norteamericanos tienen sus seguros en cooperativas del sector" y que, "correctamente uno de cada cinco habitantes tiene un seguro cooperativo". |