Panamá ha logrado una resonante participación en la Copa de Oro, evento futbolístico regional en el área de América de Norte, el istmo y el Caribe. Nunca antes un equipo centroamericano había llegado tan lejos como el seleccionado que dirige "Cheché" Hernández y las superestrellas como los hermanos Dely Valdéz, "El Matador" Tejada, Jaime Penedo, Puchito Medina III, "Patón" Phillips, entre otros.
Miles de panameños colmaron los predios del Estadio Rommel Fernández, cuna de este deporte de masas que también ha sido sede de la poderosa "Marea Roja", el jugador número 12, que es el aficionado.
Empero, el viejo estadio de Juan Díaz, con capacidad para 27,000 personas, ya le llegó su hora. En 1970, durante la época del General Omar Torrijos Herrera, esta instalación fue construida para recibir los XI Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Desde hacía tiempo, el "Rommel Fernández", que antes fue llamado "Revolución", viene soportando el embate del clima, el paso del tiempo, el abuso constante y la falta de mantenimiento. A pesar que el Instituto Nacional de Deportes (INDE), la empresa privada y los aficionados han hecho lo posible por remozarlo, aún falta mucho por completar su renovación.
Es una lástima ver cómo está abandonada la parte norte popular, cuyos pasillos parecen una cueva sucia, de pintura recaída.
También el "Rommel Fernández" merece tener una enorme pantalla de televisión, un marcador y un cronómetro oficial, que desde dónde los espectadores puedan apreciar las jugadas polémicas y ver dónde va el juego.
Hace cinco años, unos jóvenes arquitectos presentaron a la prensa una propuesta de construir un novedoso estadio de fútbol, acorde con las medidas de seguridad y comodidad para más de 40 mil espectadores, el cual sería un modelo sencillo para dar alojamientos a la "Marea Roja".
Dicha propuesta quedó olvidada y las autoridades deportivas no les importó.
Sugiero, como buen ciudadano y aficionado de la "Marea Roja", que el INDE y la empresa privada organicen junto con los seguidores de este deporte, una fundación que logre recaudar los fondos necesarios para semejante obra, cuyo costo estimado rondaría los cinco millones de balboas.
Es más, creo conveniente, aprovechando el ánimo popular, hasta hacer una especie de "teletón" de tres días, para que la población panameña apoye en la edificación del nuevo Estadio de Fútbol.
Un nuevo estadio ayudaría a realzar el deporte, aliviaría la presión al viejo "Rommel Fernández" que necesita repararse completamente y promovería que se construyeran, en el futuro, otras instalaciones deportivas para el balompié, de mediana capacidad y que serían para la liga de Asociación Nacional Pro Fútbol (ANAPROF) o una federación de clubes hipotética.
