El Gobierno venezolano aceptó el llamamiento al diálogo efectuado por el nuevo líder empresarial del país, José Luis Betancourt, pero espera que abandone su oposición "talibánica" al presidente, Hugo Chávez.
"Si viene de regreso con sus posiciones talibánicas y terribles, que dieron pie al 11 de abril (de 2002, golpe de Estado), al sabotaje petrolero (huelga general 2002-2003) y si dejó atrás el período de quemar las leyes de la República y ha racionalizado su conducta política, bienvenido sea", declaró a los periodistas el vicepresidente José Vicente Rangel.
Durante su campaña por la presidencia de Fedecámaras, Betancourt planteó la necesidad de "reflexionar" sobre la confrontación con el Gobierno, "para que no se vuelva a repetir".