Los jugadores de la selección de Estados Unidos, nuevos campeones de la octava edición de la Copa de Oro, después de vencer 3-1 por penaltis a Panamá, reconocieron fue muy difícil superar a sus rivales, pero que siempre lucharon y confiaron en conseguir el título.
El portero Kasey Keller, que fue la figura del partido, paró el primer penalti que tiró Luis Tejada, dijo que había sido un triunfo merecido y un gran triunfo para su equipo. "Panamá fue el gran rival, lo demostró en el campo, no sólo en la final sino a través de todo el torneo y creo que superarlos fue el escollo más difícil que tuvimos que superar, al margen de la semifinal contra Honduras", valoró Keller.