Gran Bretaña prometió ayer una ofensiva contra los paramilitares en Irlanda del Norte, luego que la persistente violencia de bandas ha remplazado a la guerra abierta, violando el acuerdo de paz de la provincia de 1998.
Cientos de policías y soldados adicionales encabezarán una campaña para evitar que guerrilleros, tanto de los protestantes leales a Gran Bretaña como de los católicos republicanos, echen por tierra el proceso de paz. |