La ola de criminalidad no tiene fin en Panamá. Las estadísticas revelan que cada semana se registra en promedio tres ejecuciones, muchas de las cuales quedan en el archivo de casos sin resolver.
Las autoridades del Ministerio Público deberían hacer una revisión de todos esos asesinatos cuya investigación han quedado archivados en las diversas Fiscalías Superiores.
Los informes extraoficiales revelan que al menos 150 homicidios ligados a las actividades del narcotráfico se han registrado en los últimos 12 meses y un bajo porcentaje de estos casos, han concluido con un llamamiento a juicio o con encausados conocidos.
Lo prudente sería integrar un equipo del Ministerio Público y de la Dirección de Investigación Judicial, para revisar esos casos y tratar que los responsables sean llevados al banquillo de los acusados.
Es una tarea difícil, porque en ese tipo de crímenes atroces, el temor rodea a los potenciales testigos, pero es una tarea que no debe quedar pendiente. No podemos permitir que se acumulen asesinatos en los archivos de "Casos Sin Resolver".
De no lograr castigos en esos asesinatos, será casi imposible frenar el impulso que registra el narcotráfico en Panamá, porque los jefes de esas organizaciones delictivas tendrán la impresión, que son intocables y que el brazo de la justicia panameña, nunca los alcanzará.