Ortega amenaza con volver a tomar las
armas
Managua
AFP
El ex presidente de Nicaragua
y máximo líder sandinista, Daniel Ortega, amenazó ayer
domingo con "retomar las armas" para defender las conquistas de
la revolución de 1979, en un acto celebrado en Managua ante unos
40.000 simpatizantes.
"Somos amantes de la paz, no queremos la guerra (...) pero el Gobierno
no tiene derecho a venir a quitarle al pueblo sus bienes", proclamó
Ortega ante los seguidores del Frente Sandinista de Liberación Nacional
(FSLN) que conmemoraban el 19 aniversario del triunfo de la insurrección
popular que depuso al dictador Anastasio Somoza.
"Si no se respeta la ley, el Frente Sandinista y el pueblo hará
que se respeten", advirtió Ortega, quien gobernó Nicaragua
entre 1979 y 1990.
"Por mucho que se diga que la acción armada está descartada
(...) estamos dispuestos a tomar las armas cuando sea necesario para defender
las conquistas revolucionarias", amenazó Ortega, que últimamente
se dijo víctima de un "complot" a raíz de las acusaciones
que por abuso sexual planteó en su contra su hijastra Zoilamérica
Narváez.
"Ellos -el gobierno- nos están llevando hacia esa alternativa,
por lo que les pedimos que actúen con responsabilidad y que no nos
obliguen a ordenar comandos en las ciudades y las montañas. Que no
crean que no tenemos decisión para dar esa batalla en ese terreno",
afirmó Ortega.
Las celebraciones por el aniversario de la revolución sandinista
comenzaron la noche del sábado en los barrios de la capital con juegos
pirotécnicos y vigilias organizadas por los comités de base
sandinistas.
El líder sandinista llamó a sus correligionarios a defender
"las conquistas de la revolución" y mencionó los
"logros" alcanzados por el régimen sandinista en educación,
salud, vivienda y propiedades, que beneficiaron a miles de nicaragüenses
pobres.
Explicó que los gobiernos de la ex presidenta Violeta Barrios
de Chamorro (1990-97) y de Arnoldo Alemán le han quitado al pueblo
propiedades y los derechos a una mejor educación, empleo y salud.
Ante esta situación "ni el pueblo ni el Frente Sandinista
vamos a claudicar, pues de rodillas solamente para sacar puntería",
aseguró.
Sin embargo, aseguró que el FSLN tiene amplia disposición
de buscar un acuerdo con el Gobierno, a fin de superar los problemas del
país, tales como la pobreza y el desempleo que afectan a la gran
mayoría de los 4,3 millones de nicaragüenses.
En su extensa alocución, Ortega pidió a sus copartidarios
mantenerse unidos y organizados, de cara a las próximas contiendas
electorales, particularmente los comicios del año 2001 "para
que aquí no se vuelvan a robar elecciones".
El FSLN acusa al actual gobierno de ganar los comicios del 20 de octubre
de 1996 mediante fraude.
Representantes de partidos de izquierda de Brasil, Colombia, Uruguay,
Cuba, El Salvador y Guatemala estuvieron presentes en los actos partidarios.
Caravanas multicolores de autobuses y camiones atestados de personas
provenientes de los departamentos y de la periferia de la capital se observaban
en los alrededores de la abarrotada plazoleta.
Niños, mujeres y hombres de todas las edades lucían en
su vestimenta los colores rojo y negro del FSLN o portaban banderas con
esos colores.
Muchos de los más jóvenes no estaban aún el 19 de
julio de 1979, cuando la insurrección popular logró la rendición
de la guardia nacional de Somoza, cuya familia gobernó Nicaragua
por 45 años.
La televisión pro-sandinista difundió imágenes de
los combates entre los guerrilleros liderados por el FSLN y la Guardia Nacional,
ocurridos en los últimos días de la insurrección, que
causó alrededor de 50 mil muertos.
Somoza abandonó el poder y posteriormente se asiló en Paraguay,
donde fue asesinado en 1980 por un comando armado.
El poder fue tomado por una Junta de Reconstrucción Nacional encabezada
por Ortega, quien luego ganó luego las elecciones generales de 1984
y se mantuvo en el gobierno hasta 1990.


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