Lunes 20 de julio de 1998

 








 

 

MENSAJE
"Indiferencia depravada"

Hermano Pablo
Costa Mesa, California

E
l enfermero llenó la jeringa hipodérmica con Pavolón, un poderoso relajante de los músculos y la función cardíaca. Bien administrado, ayuda; con un poquito de exceso, mata.

El enfermero tenía seis enfermos en su lista de esa mañana. Y Ricardo Angelo, de Nueva York, administró el Pavolón a todos sus enfermos. Tres murieron, y tres sobrevivieron con ayuda del mismo enfermero.

Esto lo estuvo haciendo Ricardo durante varios meses. Quería ganar méritos resucitando enfermos y pasar por héroe. Pero fue descubierto, y ahora enfrenta una sentencia de 61 años de prisión.

Ponía graves a los enfermos para luego salvarlos heroicamente. "De los llamados casos de indiferencia depravada -comentó el juez Alfred Tisch-, es el más dramático que conozco".

Cómo definiríamos "indiferencia depravada"? Este caso fue notable por tratarse de un enfermero profesional, hombre joven de 27 años, y de un hospital famoso en Nueva York. Administrar una dosis letal de medicamento a un enfermo, verlo entrar en agonía, y luego con toda aparatosidad resucitarlo, revela una muy marcada "indiferencia depravada".

Así también hay personas que, sin administrar Pavolón, revelan tener una "indiferencia depravada". El hombre que se enamora de cualquier mujer y abandona a su propia esposa y sus hijos legítimos, y todavía justifica su acción diciendo que "el hombre es hombre", acaso no manifiesta igualmente una "indiferencia depravada?".

Y el hombre que sabe que su esposa está enferma y que sushijos pequeños necesitan alimentos y medicinas, y sin embargo se gasta en licor, en droga y en parrandas su salario de la semana, no es acaso otro caso lacerante de "indiferencia depravada?".

Podríamos seguir enumerando los ejemplos. Pero añadamos sólo uno más. El ser humano, hombre o mujer, joven o viejo, que hace caso omiso del amor de Dios y del anuncio del Evangelio, y vuelve a sus espaldas a su Creador, no se convierte también en un caso de "indiferencia depravada?".

Dejemos esta indiferencia suicida y busquemos hoy mismo a Aquel que es el Unico Salvador que el ser humano tiene: al Señor Jesucristo.

 

 

 

 

 

CULTURA
México se convierte en gran protagonista en exposición.

 

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