Pinochet continúa suscitando polémicas en Chile, ahora como civil

Santiago de Chile
AP

E
l ex presidente Augusto Pinochet sigue fiel a su impronta de suscitar controversias con sus expresiones, aunque su propósito parece ser sólo el de mantenerse vigente políticamente.

Yo nunca di instrucciones de matar a nadie'', dijo el general retirado recientemente en respuesta a unas declaraciones del encarcelado ex jefe de su policía secreta Manuel Contreras, que rechazó las acusaciones de que cometió violaciones de los derechos humanos afirmando que sólo obedecía órdenes de Pinochet.

Contreras cumple una condena por el asesinato del ex canciller izquierdista Orlando Letelier en Washington en 1976.

Pinochet, en el Senado, donde ocupa desde marzo un sillón vitalicio tras abandonar la jefatura del Ejército, ha procurado como civil mostrar una imagen diferente a la de duro e implacable que lo acompañó como gobernante.

Ha evitado expresiones críticas y controversiales, pero, como sus dichos nunca pasan inadvertidos, despertó la polémica con declaraciones que formuló esta semana a un grupo de periodistas.

Pinochet sostuvo que 72 ejecuciones sumarias efectuadas a comienzo de los años 70 en el norte del país, en un sonado caso apodado la caravana de la muerte'', fueron de personas que ya habían sido procesadas y que él sólo ordenó que se aceleraran los procesos. Esa fue la única misión'', dijo Pinochet.

Las declaraciones del ex jefe militar, de 82 años, suscitaron de inmediato la reacción de diversos sectores, aunque quizás no tan airadas como en anteriores ocasiones.

El abogado de Contreras, Humberto Neumann, dijo que Pinochet por lo menos debió estar en conocimiento de los abusos cometidos por la temida Dirección de Inteligencia Nacional.

Pinochet defendió lo ocurrido en el campo de concentración de Pisagua, donde centenares de prisioneros fueron ejecutados y aparentemente enterrados en fosas clandestinas, declarando que las ejecuciones se hicieron en conformidad a derecho''.

Pinochet sostuvo también que es una venganza'' el intento de derogar el feriado del 11 de septiembre, aniversario de su cruento golpe militar en 1973.

La oposición derechista ha impedido desde el retorno a la democracia en 1990 la derogación del feriado, que habitualmente suscita protestas y disturbios.

 

 

 

 

 

 


 

Pinochet sostuvo que 72 ejecuciones sumarias efectuadas a comienzo de los años 70 en el norte del país, en un sonado caso apodado la caravana de la muerte'', fueron de personas que ya habían sido procesadas y que él sólo ordenó que se aceleraran los procesos. Esa fue la única misión'', dijo Pinochet.

 

 

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