En un enigma se ha convertido la muerte del inspector de la antigua Policía Técnica Judicial (PTJ) de la Unidad Sensitiva, Franklin Brewster Chase, caso que después de tres años de acontecido ha quedado en la incertidumbre pública.
El Segundo Tribunal Superior dictó un sobreseimiento definitivo el año pasado para los investigados.
Brewster falleció el 19 de julio de 2006, y en el caso no se ha podido esclarecer lo que pasó con el ex inspector sensitivo de la PTJ, quien según la investigación preliminar murió por un órgano fosforado que causó su intoxicación y posterior fallecimiento.
Las dudas renacieron cuando el tribunal estableció en la sentencia dictada en julio de 2008, que no hubo exactitud si accidentalmente en el momento en que Brewster salió el 3 de julio de 2006, a un banco, comió o bebió algo contaminado, resultado de la intervención dolosa o culposa de un tercero.
Tampoco se pudo concluir con exactitud si el envenenamiento del jefe de la Unidad Sensitiva de la PTJ, "se debió a la comida que ingirió en la oficina, misma que había llevado de su casa".
A tres años de su desaparición física, sólo un nuevo testimonio o hecho podrá esclarecer lo que sucedió con Franklin Brewster Chase.
El tribunal sobreseyó a tres detectives de la PTJ que pasaron dos años detenidos bajo investigación: Gioconda Veliz, Kenneth Brown e Irving Francis Foty, al no encontrarse indicios que los vincularan al crimen.