El 20 de julio de 1976, el inmortal beisbolista Hank Aaron conectó el último cuadrangular, el número 755 de su carrera, con lo que dejó establecido un récord de las Grandes Ligas que se mantendría durante 31 años. No sería sino hasta el 7 de agosto de 2007 que Barry Bonds de los Gigantes de San Francisco, rompería el récord, aunque muchos han dudado de la legitimidad de la marca de Bonds, en medio del escándalo de dopaje que aún afecta a las Grandes Ligas.