El panameño Felipe Baloy ha prometido emplearse a fondo para ayudar a cerrar "el canal" que hace permeable la defensa del Gremio, un club grande venido a menos en Brasil que estaría condenado al descenso si el Campeonato nacional terminase hoy.
El primer panameño que llega al fútbol brasileño tiene 22 años, es capitán de la selección Sub-23 de su país, fue campeón en Colombia con el Deportivo Independiente Medellín y planea tornarse en el hombre que abrirá las puertas a otros compatriotas que corren por las calles detrás de un balón.
"He llegado al Gremio, no como un salvador, pero con la consigna de trabajar mucho y ayudar a mis compañeros a sacar el equipo adelante", dijo el refinado defensa central. |