Durante la primera reunión de trabajo de la mesa penitenciaria, el defensor del pueblo, Ricardo Julio Vargas, reconoció que la situación de Panamá en materia de derechos humanos en los centros penitenciarios, continúa siendo crítica.
A juicio del Ombudsman, el escenario dantesco de las cárceles en Panamá requiere que el Estado tome medidas urgentes para ir corrigiendo situaciones que son deplorables para la condición de vida de la población privada de libertad, tal como plasmó el Comité Internacional de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en la última sesión celebrada en Nueva York.
El Defensor mencionó que para tales fines se instaló la mesa penitenciaria, cuyos integrantes buscarán estrategias de cumplimiento a las recomendaciones que fueran formuladas al Estado panameño, para ir superando los escollos que enfrenta en la materia, calificados como "muy críticos".
La mesa penitenciaria tendrá la responsabilidad de reunirse para tratar de buscar estrategias en las observaciones del Comité, que ve con preocupación los pocos avances de Panamá.