Para la mayoría de los niños el hecho de compartir sus juguetes resulta difícil. Ellos no tienen muy en claro el concepto de compartir y a medida que van creciendo adquieren un comportamiento egoísta que puede ser perjudicial a lo largo de su vida. Consultamos con el psicólogo Bolívar Hilbert para que nos explique más acerca del tema.
¿POR QUE ES TAN DIFICIL COMPARTIR?
Según el psicólogo, en su etapa evolutiva, los niños en los dos primeros años de su vida no distinguen cuando algo les pertenece o no. Los padres se han ocupado de su bienestar en todos los sentidos y pocas veces se le ha llevado la contraria. Si ellos se encuentran jugando por mucho tiempo con un juguete o se familiarizan con él creen que es suyo y no entienden que puede ser de otro niño.
Es muy probable que cuando se le pide algo, el menor llegue a pensar que se lo estamos quitando, lo que resulta un momento frustante para él. En esa etapa de su vidas se empiezan a dar cuenta de que existen otros niños, ya sea un hermano o un vecino, y su reacción ante esta realidad puede ser negativa.
Asegura que antes de los 6 años son egocéntricos, generalmente, no tienen esa conciencia de compartir porque todo lo mira dentro de sus propias necesidades, ya que piensa que el mundo gira al rededor de él. En estas edades ellos si conocen el concepto de propiedad, pero le cuesta compartir sus juguetes entre otras cosas.
LOS NIÑOS APRENDEN CON EJEMPLOS
Afirma el especialista que una de las primeras cosas que debe hacer el padre de familia es predicar con el ejemplo. A medida que ellos van creciendo y ven como sus padres ofrecen un modelo de generosidad, definitivamente aprenderán a compartir e imitarán sus comportamientos. Enseñarles el hábito de dar, se debe hacer a temprana edad, esto precisa tiempo y paciencia. Es importante que usted tenga en cuenta la edad del pequeño.
Pero recalca Hilbert, que esto no solamente se debe enseñar en el hogar, sino también en las escuelas.
El educador debe realizar actividades para que el menor empiece a relacionarse con sus compañeritos, cooperar y participar todos juntos de las mismas actividades.
TRATELO CON CARIÑO
Es probable que cuando se le obliga, el niño, quizás, sienta el deseo de aferrarse aún más a lo que tiene. Usted tiene que ser muy paciente y hablarle al niño de los beneficios que recibimos cuando compartimos nuestras cosas. Es frecuente que el menor cuando esté jugando con otro se le antoje el mismo juguete, esto no debe ser un problema para usted, ya que en ese momento usted puede enseñarle a hacer turnos y a respetarlos.
Recuerde que aprender a compartir conlleva mucho tiempo.
Para algunos niños es más fácil que para otro. Hay que darle la ayuda cariñosa que ellos necesitan para aprender.