EDITORIAL
Conciencia ciudadana
La tragedia de las inundaciones catastróficas en Panamá Oeste han demostrado la falta de capacidad de las autoridades para enfrentar semejante calamidad. Gracias a Dios, no hubo víctimas que lamentar, aunque si millones de dólares en pérdidas materiales.
Empero, hay algo que evidentemente causó el tremendo desastre en Arraiján: la inconsciencia de las personas al destruir el entorno urbano y dañar la ecología local.
Personas que viajan hacia el interior han sido testigos del desagradable paisaje que se observa. De Arraiján hasta La Chorrera hay un sinfín de vertederos de basura clandestinos que saturan las quebradas de esos distritos.
Panamá ha sido severamente afectado por el desordenado crecimiento urbano y la contaminación. Las barriadas de Panamá Oeste tienen sus ríos y quebradas obstruidas por la basura, que muchos irresponsables lanzan a sus cauces.
Además se hace necesario que el Ministerio de Obras Públicas limpie periódicamente los cauces para remover el lodo y la basura acumulada; hay que prevenir en vez de lamentar.
Queda de lección lo ocurrido recientemente en Arraiján y ahora debemos encaminarnos en la tarea de tomar más conciencia frente a la irresponsabilidad de tirar desechos a los cauces de los ríos.
De igual manera, las personas que viven en Arraiján no deberán más lanzar la basura a los precarios canales de desagüe en las barriadas, puesto que un elemento que también causó que las nuevas urbanizaciones fueran anegadas, fue que las alcantarillas estuvieran tapadas por los desechos.
Todavía hay tiempo de evitar nuevas tragedias.
PUNTO CRITICO |
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