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Protestas estudiantiles sitúan a Irán en encrucijada
Emiratos Arabes Unidos
AP
Las protestas estudiantiles en Irán podrían traer una nueva brisa a las reformas democráticas iniciadas por el moderado presidente Mohamad Jatami, si es posible contenerlas. De lo contrario, la agitación podría provocar a los elementos intransigentes a emprender una campaña represiva para tratar de consolidar su poder. Irán ha dado pasos importantes hacia la democracia bajo Jatami, pero el popular mandatario de orientación moderada se ve amenazado por las protestas a escala nacional, que han sumido a Irán en sus peores disturbios desde la revolución de 1979. Jatami desea otorgar más libertad a los 60 millones de habitantes de Irán, más de la mitad de los cuales tienen menos de 30 años de edad. Pero se ha topado con una resistencia feroz de los poderosos dirigentes doctrinarios islámicos que se han aferrado al poder desde que su revolución derribó al sha, el monarca apoyado por Estados Unidos, pero que se encuentran distanciados del estado de ánimo de la población. "Las manifestaciones son el resultado de 20 años de presiones a los jóvenes. Están exigiendo libertad. No libertad política, pero la libertad de vestir camisas sin mangas", dijo e analista Said Leylaz. Los doctrinarios insisten en imponer el integrismo islámico estricto que prohibe los atuendos considerados inmodestos, así como la música occidental y los intercambios sociales entre hombres y mujeres solteros. Los manifestantes desean que Jatami acelere sus reformas, y que los intransigentes se hagan a un lado. Además desean que se traslade la dirección de las fuerzas de seguridad de los doctrinarios a los aliados de Jatami en el Ministerio del Interior. En los dos años desde la elección de Jatami, los dirigentes doctrinarios han respondido con la clausura de diarios pro democracia y enviando gamberros a dar golpizas a disidentes, escritores e incluso ministros de gabinete que se han manifestado a favor de las reformas democráticas. El jueves pasado, justo antes del comienzo del receso veraniego del parlamento, los doctrinarios hicieron aprobar un polémico proyecto de ley que otorga mayores poderes a las autoridades para tomar medidas jurídicas contra los medios informativos, y hace a los periodistas, en vez de a la dirección de los periódicos, directamente responsables por lo que escriban. Horas después, los doctrinarios clausuraron Salam, un destacado diario reformista que de hecho era el órgano de la facción de Jatami. Cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Teherán regresó a su dormitorio el jueves luego de realizar una protesta contra el cierre de Salam, fueron atacados por una pandilla de gamberros apoyada por la policía. La agresión provocó días de protestas. Bajo el sistema político de Irán, Jatami, que fue elegido por casi 20 millones de votos en mayo de 1997, se halla relegado a un segundo lugar tras el supremo líder espiritual, el ayatola Ali Jamenei, figura doctrinaria designada por la jerarquía religiosa en vez de la población votante. Jamenei domina instituciones clave, incluso las fuerzas armadas, las fuerzas de seguridad, el Ministerio de Inteligencia, la judicatura y la red de emisoras del país. Con su apoyo, los doctrinarios han actuado fuera de la ley. El doctrinario jefe de la judicatura, ayatola Mohamad Yazdi, concluirá su mandato dentro de las próximas semanas. Si Jatami logra colocar un juez más ecuánime en dicho puesto, los elementos doctrinarios no podrán seguir manipulando las leyes para sus propios fines.
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