Lunes 13 de julio de 1998

 







 

 

Francia se corona con una estrella brillante llamada Zinedine Zidane

Saint Denis
AFP

L
os goles del centrocampista Zinedine Zidane en la primera parte y uno de Emmanuel Petit en los minutos de descuento dieron a Francia su primera Copa del Mundo de fútbol al derrotar a Brasil por 3-0, ayer, domingo en el Stade de France de Saint Denis.

Los pronósticos daban por historia y por jugadores la etiqueta de favorito a Brasil, pero el fútbol actual poco sabe de pasado y de juego individual, y Francia ganó por ser mejor conjunto en el partido de ayer y en todo el Mundial.

Además, no fue Brasil el que hizo uso de sus individualidades, sino Francia. Vista la nulidad en el ataque del único delantero francés, Stephane Guivarc'h, el organizador Zinedine Zidane decidió tomar las riendas y, pese a que no había marcado en este Mundial, antes de la final, lo hizo esta vez por partida doble.

"Francia ganará. Tenemos una formación de gran valor y consciente de su fuerza. Puede que sea verdad que nos falta un goleador, pero tenemos cuatro meses para encontrarlo. En la final creo que nos enfrentaremos a Brasil". Estas declaraciones, toda una premonición, son de Zidane y las realizó el 6 de febrero al diario deportivo italiano Corriere dello Sport.

Zidane jugaba a principios de año a adivino y no se equivocó en casi nada. Francia fue más sólido que Brasil desde el principio de esta final, más "consciente de su fuerza", como había dicho Zidane y ganó.

El jugador del Juventus de Turín tampoco se equivocaba cuando decía que a su selección le faltaba un goleador. Por ello ayer se decidió a asumir ese papel. Lo hizo por partida doble ante la ineficacia de Stephan Guivarc'h.

Fueron dos goles calcados. Zidane marcó en ambas ocasiones de cabeza y a la salida de un córner. El primero llegó en el minuto 27. Emmanuel Petit sacó desde la esquina y el centrocampista del Juventus se adelantó a Leonardo.

El segundo apareció en el último minuto de la primera parte. Si el saque de esquina del primer tanto nació en la derecha, éste fue sacado desde la izquierda por Youri Djorkaeff. El que intentó parar esta vez en vano a Zidane fue Dunga.

Con el título en el bolsillo, Petit dio la puntilla en los minutos de descuento al concluir un contragolpe llevado por Christophe Dugarry (90).

Desde el primer minuto, Francia mostró sus cartas. Buscaba el triunfo. Y Guivarc'h, el máximo goleador de una descafeinada liga francesa, tuvo dos ocasiones en los primeros cinco minutos.

Hasta el minuto 20, sólo existió Francia en el partido. Sus incursiones por la izquierda siempre llevaban peligro ante un frágil centro de la defensa que se mostraba muy fallón, en particular Junior Baiano.

Por esa banda se alternaban Youri Djorkaeff, Emmanuel Petit, Zinedine Zidane y el lateral Bixente Lizarazu para dar apuros a Brasil.

Roberto Carlos rompió el acoso francés en el minuto 20 con un disparo bombeado desde la izquierda que casi sorprende a Fabien Barthez, pero que se fue alto.

Ese disparo de Roberto Carlos y otro de Ronaldo dos minutos después también desde la izquierda, que detuvo el guardameta francés sobre la línea, además de un cabezazo de Rivaldo poco después fueron el pobre bagaje 'canarinho' en los primeros 45 minutos.

Francia se limitó a hacer lo que sabe. Demostró su sobriedad en defensa, controló bien todos los movimientos de Rivaldo en el centro del campo y de Ronaldo arriba y administró el partido a su antojo.

Cabía la esperanza de que Brasil fuese el mismo que derrotó a Marruecos por 3-0 en la primera fase o a Chile por 4-1 en octavos de final. Pero no fue ni una sombra de lo que se espera en una final del Mundial de la selección auriverde.

El equipo de Mario Zagallo fue una caricatura de sí mismo. Paulo Coelho, el escritor brasileño, había dicho antes del Mundial que le gustaba su selección porque conjugaba talento y disciplina. Nada de eso tuvo Brasil en esta noche amarga de Saint Denis.

La disciplina la echó por tierra la inseguridad de Junior Baiano y el talento lo guardaron los brasileños para exhibirlo en mejor ocasión.

La segunda mitad fue un mero trámite. Marcar dos goles a la infranqueable defensa francesa, que sólo había recibido dos tantos en este Mundial, era una misión imposible.

Ronaldo, dispuso de una ocasión para marcar en los primeros minutos de la reanudación, pero su disparo fue detenido por Barthez. Ahí murió definitivamente Brasil. Si una genialidad de su estrella no servía, los brasileños estaban dispuestos a bajar los brazos. Y lo hicieron. Ni siquiera Denilson, que entró en la segunda parte, pudo arreglarlo.

 

 

 

 





 

Camilo Pitty ahora es líder único en estadística de jinetes en HPR

 

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