La Contraloría General ha establecido un sistema de denuncia ciudadana para evitar el mal uso de los recursos y bienes del Estado. A través de los mecanismos cibernéticos, facilidades telefónicas y de manera personal en las oficinas de dicha entidad, se pueden denunciar esos hechos.
Se trata de involucrar a la ciudadanía en las acciones preventivas, por eso la iniciativa debe utilizarse de manera responsable y con fundamento, para que no se convierta en una forma de persecución injusta o de generación de bochinches.
Las denuncias deben tener alguna base y no una mera intención de causarle daño a adversarios o personas con las cuales se tenga enemistad.
Así las cosas, los funcionarios deben asimilar que hay miles de ojos que están observando su actuación y por lo tanto deben evitar cualquier tentación de hacer fiesta con los bienes del Estado.
Esos funcionarios que usan los carros oficiales para diligencias personales o para ir de paseo, los que llenan los autos particulares con la gasolina pagada por el Estado o se roban los útiles de los ministerios y entidades, o los que perciben un salario y no van a trabajar, deben entender que esas malas prácticas serán vigiladas ahora por todos y sólo por los auditores de la Contraloría.
La denuncia ciudadana es una propuesta de cara a la transparencia que debe existir en el manejo de la cosa pública, para prevenir los casos de corrupción en la esfera gubernamental Estamos claros que seguirán dándose casos de corrupción, pero en menor grado, porque al menos ahora existe un nuevo mecanismo para denunciar esos hechos, para que luego sean investigados por la Contraloría o el Ministerio Público.