El más grande de los tejidos en el pequeño cuerpito de su bebé es la piel. Útil para protegerlo contra la luz solar, lesiones, infecciones, controlar la temperatura corporal y almacenar agua, grasa y vitaminas. Es, por así decirlo, "el traje que le da forma al cuerpo pero, a diferencia de la ropa, no es reemplazable", advierte el Dr. Mauricio Chacón.
Los expertos en dermatología advierten que 80% de la luz solar que recibimos en nuestra vida, ocurre antes de los 18 años, por efecto acumulativo.
BUENO ES EL CULANTRO...
Según recientes estudios clínicos, utilizar una crema con Factor de Protección Solar (FPS) igual o superior a 15, durante los primeros 18 años de vida, puede reducir hasta en 78% el riesgo de cáncer cutáneo.
No estamos diciendo que encerremos a nuestros pequeños. Con moderación, el sol no sólo es beneficioso, sino también necesario para la salud de mujeres embarazadas y bebés. El astro rey mejora el estado de ánimo y favorece la síntesis de la vitamina D, que facilita a su vez la absorción del calcio; éste es un elemento esencial para el fortalecimiento de los huesos.
Sin embargo, la excesiva exposición a los rayos del sol representa el principal factor de riesgo para el desarrollo del melanoma maligno, una de las variedades más agresivas de cáncer de piel, afirma el especialista.
NO ESTAMOS LEJOS
Según estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada año se producen en todo el mundo más de 2 millones de cánceres de piel distintos del melanoma y 200.000 melanomas malignos.
Aquí en nuestro país, el número de casos por tumores malignos de piel aumentó 106% de 1990 al 2003. En esos trece años, el número de casos detectados pasó de 816 a 1681.
En los bebés, por tener la piel más delgada que un adulto, los riesgos se duplican. Unos cuantos minutos de exposición directa al sol son suficientes para quemar el tejido cutáneo del pequeño y esto ocurre, en la mayoría de los casos, sin que los niños puedan hacer algo para evitarlo.
EL QUE SIGUE CONSEJO...
Las recomendaciones ya son conocidas, pero los médicos insistimos en ellas: en época de verano se deben utilizar sombreros, gorras, lentes oscuros y evitar la exposición al sol entre 10 a.m. y 4 p.m. Aun en el invierno, se hace indispensable educar a los niños para que utilicen a diario, una crema con un mínimo de 15 como FPS.
Una de las opciones que se presentan en el mercado es Lubriderm UV 15. Esta crema tiene filtro de rayos UVB y UVA; posee FPS 15 que evita las quemaduras y contiene vitamina E, un antioxidante que previene el envejecimiento prematuro de la piel, da humectación prolongada y mantiene la piel hidratada y tersa. Por esas razones, es avalada por la Fundación Internacional del Cáncer de Piel.