La decisión de la FIFA de suspender al jugador alemán Torsten Frings en el partido de semifinales del Mundial de fútbol contra Italia el pasado martes obedeció a motivos políticos, afirma este jugador al diario "Bild".
"La FIFA ha destruido mis sueños. Todo es política. Argentina nos ataca y los italianos se molestan. Después, la FIFA quería demostrar que Alemania no era la preferida en su propio país. Por eso se impuso la suspensión", argumenta el centrocampista germano.
"Fui suspendido porque me defendí, tras ser agredido dos veces y pateado una vez", según refiere Frings sobre el incidente ocurrido el 30 de junio en el Estadio Olímpico de Berlín, al final del encuentro Alemania-Argentina (5-3 por penaltis).
Sobre la disculpa indirecta que hizo el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, por esta suspensión, el jugador germano apunta que "está muy bien que se disculpe, pero esto no me ayuda para nada. Debería haberme exculpado antes de jugar mi próximo encuentro".
Frings sostiene que tampoco le importa que penda sobre él una suspensión condicional de seis meses de la FIFA, porque nunca ha recibido una tarjeta roja.
Torsten Frings fue uno de los jugadores más importantes que tuvo Alemania durante las rondas previas a la fase semifinal, pero el problema que tuvo después de finalizado el encuentro contra Argentina por los cuartos de final le impidió estar contra Italia duelo en el que perdieron por marcador de 2-0 en tiempos extras. Mucha decepción tiene este gran jugador.
