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Acusaron a los obreros de apedrear a los policías, peor ellos rechazan la acusación. |
Cuando la comisión del Sindicato y el gobierno se preparaban para firmar el acuerdo que pondría fin al paro de cuatro días que mantenían los trabajadores de la Cooperativa de Servicios Múltiples de Puerto Armuelles (COOSEMUPAR), llegó la noticia que la Policía y obreros se estaban enfrentando próximos a la frontera de Paso Canoa.
El dirigente sindical Salustiano De Gracia se levantó de la mesa de negociación y responsabilizó al gobernador Virgilio Vergara de ordenar la represión de los obreros que se trasladaron de la comunidad de Manaca al sector de Cuervito.
Salustiano se lanzó sobre el gobernador y violentamente lo empujó. El gobernador bruscamente retrocedió y los obreros impidieron que hubiera un enfrentamiento físico.
La mesa del diálogo se suspendió inmediatamente después de haber estado negociando por más de 10 horas y la dirigencia acompañados con las autoridades municipales viajaron al sector fronterizo para calmar a la enfurecida masa obrera.
Minerva Zapata, trabajadora de las bananeras con un pañuelo lleno de vinagre y empuñando las manos, aseguró que las unidades antidisturbios fueron quienes comenzaron a dispararles bombas lacrimógenas y perdigones a los trabajadores, quienes se armaron de piedras y comenzaron la disputa.
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