Sobre una idea descabellada
Por: Carlos Wilson Morales
Abogado
Hay cosas que se hacen en Panamá que no parecen tener sentido y que envuelven a este mágico país en un mar de confusión, como es el caso de nombrar a cuatro ministros de educación en una sola administración, empezar a construir y reparar carreteras en el último año de gestión y particularmente construir un megapuerto en el área de Farfán, bajo argumentos que no parecen tener pies ni cabeza.
Algunos se preguntarán por qué enuncio esta última premisa, simple y sencillamente, porque la poderosa empresa Naviera Cosco ha decidido contratar los servicios de las terminales portuarias de Cristóbal y Balboa operada por las filial de la Hutchison Port Holding, Panama Ports Company(PPC) para el desarrollo de sus operaciones marítimas.
La gente de Cosco al tomar la determinación de utilizar los servicios de la empresa PPC demuestra con hechos y de forma evidente que no es necesario construir un Megapuerto en las riveras del Canal, toda vez que la terminal existente en este sector puede atender la demanda de trasiego de contenedores con efectividad.
Lo que no logramos entender es por qué existe tanto afán de parte de las autoridades del Gobierno, representada por la ministra de Comercio, Gisela Vergara, y los verdes de la AMP, en desarrollar o mejor dicho aprobar un proyecto de semejante envergadura violentado todo tipo de legislación y particularmente las leyes fiscales.
Este tipo decisiones salomónicas gubernamentales afectan, sin duda alguna, la imagen internacional de Panamá y ponen en tela de duda la seguridad jurídica, tan venerada por los inversionistas de todo le mundo.
Es el tiempo de que la gente del PRD y de forma expresa los vinculados al sector marítimo asuman una postura de seriedad y respeto contra las leyes establecidas.
Se necesita una administración transparente para que la gente vuelva a creer en los políticos, porque si no de otra forma en mayo del 2009 los panameños conscientes y equilibrados que esperan por las construcción de un nuevo país, le pasarán la factura al gobernante PRD.
Si la gente de Cosco ha cambiado sus intereses, como todo parece indicar, es tiempo de que las autoridades vinculadas al tema marítima le digan no sólo a la opinión pública, sino al mundo entero que la idea de construir una nueva instalación portuaria en el Pacífico, por lo menos en este momento, es una idea descabellada.