Hay mujeres que comparten sus vida con hombres que son sus peores enemigos y que serían capaces de causarles daños no solamente sentimentales, sino también corporales. Los celos y la presunción de infidelidad de la mujer son las causas principales por las que los hombres cometen agresiones físicas en contra de sus mujeres.
A diario vemos mujeres que son maltratadas por sus maridos y en casos más graves que son asesinadas a manos del hombre que un día les juró amor eterno.
Sin embargo, aunque parezca duro, hay momentos en que la mujer debe tomar decisiones trascendentales que podrían salvarle la vida.
Cuando un hombre es agresivo, mentiroso, calculador, violento, no vale de nada decirle que se vaya de la casa o sacarle una boleta en la Corregiduría o Juzgado Nocturno, porque no se conformará con un papel que le diga que tiene que estar lejos de usted, por determinado tiempo.
Uno de los primeros pasos es ir en busca de una orientación inicial, que le indique cuales son los lugares donde puede poner una denuncia, conocer la medidas de protección que amparan a la mujer maltratada, saber cuáles son los lugares en donde puede buscar atención psicológica y estar consciente de las consecuencias que trae la violencia intrafamiliar en el núcleo del hogar, señaló la psicóloga Yarabis Almanza, quien labora en la Dirección Nacional de la Mujer, del Ministerio de la Juventud, La Mujer, La Niñez y la Familia.
PERFIL DEL HOMBRE MALTRATADOR
- Es aquel que posee una baja autoestima.
- Un hombre extremadamente celoso con su compañera o esposa.
- Necesita controlar constantemente a su pareja.
- Descalifica y devalora a la víctima.
- Cree que la mujer aprende la lección cuando la maltrata.
CICLO VIOLENTO
Los hombres agresivos actuan dentro de un ciclo o un patrón que se inicia de esta forma:
La primera fase: es la acumulación de tensiones donde el hombre agrede verbalmente a la víctima y se producen una serie de insultos a la mujer.
La segunda fase: es donde se da la explosión y la agresión física, es en este episodio donde se dan casos en que la mujer es asesinada.
La tercera fase: es la conocida luna de miel o arrenpentimiento, en donde el víctimario pide perdón y jura por Dios que nunca la volverá a tocar. En esta fase el hombre achaca sus acciones al acohol, el trabajo y hasta el estrés.
Cuando la mujer toma la determinación de romper el ciclo de violencia, tiene que dejar al agresor sin mirar atrás e ir en busca de ayuda sostuvo la psicóloga.
METODOS DE PROTECCION
Desalojar de la casa o habitación al agresor, independientemente de quién sea el propietario de la residencia.
Buscar una boleta de protección, en donde se le prohibe al sujeto acercarse al domicilio, lugar de trabajo, estudio u otro lugar
HABITUALMENTE FRECUENTADO.
Suspender la guarda y crianza de los niños del presunto agresor.
Arresto provicional hasta por 48 horas, al agresor.
Refugio en un albergue para la víctima.
En el caso de las boletas de protección, hay quienes se preguntan si son efectivas, pero hay que recordar que es un papel que no garantiza la vida. Esta boletas solamente las otorgan el Juzgado Nocturno, Corregidurías y las Fiscalías de Familia, pero para que la boleta sea efectiva, tienen que llamar a la Policía para que el sujeto sea sacado de la vivienda. Algunas mujeres creen que con este papel en sus manos tienen la batalla ganada, esto no es cierto porque el proceso es largo.
La víctima debe hacer alianzas con compañeros de trabajo y familia, para que si el agresor es visto por su lugar de trabajo o residencia, llamen a la Policía y sea detenido preventivamente.
La decisión de dejar a un hombre es difícil, pero no imposible, es mejor conservar la vida.