Hace seis años, las calles de Fuerte Clayton conmemoraban la llegada del 4 de Julio, fecha de la independencia norteamericana, en 1776. En la época de los desfiles militares en la otrora Zona del Canal, panameños y norteamericanos celebraban la mutua relación.
Hoy, la antigua base estadounidense tiene un fin más pacífico: la Ciudad del Saber, que alberga ahora centros de enseñanza internacional y hasta la misma sede de la Embajada Americana, como añorando viejos tiempos.
Coincidiendo con los cinco primeros años de la salida de las tropas del Comando Sur de Estados Unidos, un reportero del Los Angeles Times se dio una vuelta por nuestro linderos, para saber cómo andaban las cosas luego de la retirada norteamericana del Istmo.
Chris Kraul, editorialista del prestigioso diario californiano, advirtió rápidamente el problema generado por las secuelas posteriores de la entrega de la vía acuática en diciembre de 1999.
"Con la apertura del Puente Centenario sobre el Canal interoceánico este mes, se espera reducir los congestionamientos del tráfico y acelerar el desarrollo comercial, pero destapa una coyuntura de las relaciones entre Panamá y Estados Unidos: ¿Quién es el responsable de la limpieza de los polígonos de tiro de las armas del Ejército norteamericano en las riberas del canal?", decía Kraul en un artículo publicado el 27 de junio.
Según el reportero, "los panameños ansían utilizar la estructura, pero sólo la cuestión de la apertura puede generar resentimientos, pues no se han saneado tres polígonos, uno de ellos ubicado lateralmente a la nueva autopista que comunica al Puente Centenario por Panamá Oeste".
Los polígonos de tiro cubren un área de 787, 100 metros cuadrados, un 2% del total de las áreas revertidas canaleras.
SE LAVAN LAS MANOS
William Ostick, vocero de la Embajada Americana en Panamá, había aclarado al editor californiano que Estados Unidos cumplió con los términos pactados con los tratados Torrijos-Carter de 1977, acerca de la remoción y la peligrosidad de algunos dispositivos dejados en la antigua Zona del Canal.
El diplomático agregó que parcialmente se removieron explosivos y explicó que la consecuente limpieza de polígonos "no es practicable para el ecosistema", además de razones de costos y seguridad que a juicio de los norteamericanos aparta a Washington de cualquiera otra responsabilidad.
El gobierno panameño ha indicado que es responsabilidad de Estados Unidos la limpieza de los sitios de prácticas militares, en especial el controversial polígono de "Nuevo Emperador", área por donde pasa parte del camino que conecta el segundo puente sobre el canal con Arraiján. Y ese punto no se ha resuelto todavía.
TENSA RELACION
Para Raúl Leis, sociólogo y analista, la cuestión de las relaciones con Estados Unidos se han modificado recientemente y puede que se hayan vuelto tensas debido a puntos controversiales, como el libre comercio o el limbo jurídico de la limpieza de los polígonos de tiro.
"Las relaciones con los Estados Unidos en los cinco años, lógicamente han sido diferentes a las etapas anteriores, porque antes el trasfondo en disputa era el tema del canal y de las bases militares, algo que se resolvió con los tratados", indica Leis, quien destaca que todavía hay temas bilaterales que aún no se han resuelto como la contaminación de los polígonos y de las armas químicas en la isla de San José.
"Estados Unidos dice que esos temas no están en la agenda (bilateral), pero Panamá dice que si están en la agenda. Allí hay un punto no resuelto".
Por otro lado, el sociólogo advirtió que la percepción popular de los panameños hacia Estados Unidos y sus políticas, han cambiado al punto que durante una encuesta realizada durante la intervención norteamericana en Irak (en 2003), la gente manifestó su rechazo a la invasión a ese país árabe.
"Eso hace causa común a lo que se opina a nivel mundial, una opinión que se viene dando en muchos países del mundo", agrega Leis destacando que las relaciones de pueblo tampoco son necesariamente cordiales y que el Gobierno trata de dirigir la relación (con Washington) al punto menos conflictivo posible.
"La relación con Estados Unidos hay que verlas desde el punto de vista de mutuo respeto, que Estados Unidos respeten la autodeterminación de Panamá y no interfiera en los asuntos internos nuestros", puntualizó.
EU YA NO ES "REVOLUCIONARIO"
Por otra parte, con respecto al mismo significado de la Independencia de Estados Unidos un 4 de julio de 1776, el constitucionalista Miguel Antonio Bernal resaltó el gran cambio que ha sufrido esta superpotencia en los últimos dos siglos.
"Una cosa fue la independencia de Estados Unidos en 1776, que fue llevada por el pueblo estadounidense con sus padres de la Patria, que eran hombres revolucionarios, como Jefferson, Hamilton y Washington, gente pensante que amaba la libertad y la democracia, y otra cosa muy distinta es la situación que hoy nos toca vivir con quienes aquí en Panamá, expresan que añoran la ocupación estadounidense de nuestro territorio", critica Bernal.
Para el también experto en Derecho Internacional, la anterior ocupación estadounidense al Istmo no tiene nada que ver con los principios de la Declaración de Independencia norteamericana, lo que suele provocar que surja un movimiento retrógrada que añoraría el retorno de los efectivos de EU.
"Lamentablemente, la salida de las tropas y la recuperación de nuestro territorio hace cinco años no han traído sus beneficios para el pueblo, lo cual puede hacer que algunos digan que las tropas de EU deben regresar, lo que me parece es un grave error", indicó Bernal.
Finalmente, el constitucionalista alertó sobre otros problemas pendientes que ponen en ascuas las relaciones bilaterales con Estados Unidos, como por ejemplo el Tratado de Libre Comercio con la potencia norteña, tema controversial que dará mucho que hablar y que puede significar el fin del sector agrícola panameño.