Ya para el Instituto Profesional y Técnico de David no es sorpresa ser blanco de hurtos por parte de jóvenes desconocidos que se presume son de la barriada colindante y que en los últimos tiempos se han llEva, Crítica en Líneado gran cantidad de objetos de hierro, artículos escolares y de oficina del centro educativo, puesto que, en su parte trasera no existe una cerca o muralla que impida el paso como medida de seguridad.
ÚLTIMO CASO
El profesor Gabino Urriola, director encargado del colegio, informó que en el último caso que se registró a inicios del mes de junio, los amigos de lo ajeno rompieron unas 20 lámparas que alumbraban los talleres técnicos del IPT, seguramente con la intención de entrar más fácilmente y llevarse lo que puedan, como han hecho anteriormente.
Afortunadamente, dijo el profesor, en esta ocasión se introdujeron por un hueco que había en la pared de uno de los talleres y hurtaron sólo unos compresores que estaban dañados, pero que servían para práctica de los estudiantes.
Pero del IPT ya se han llevado en ocasiones anteriores, unas 10 canastas grandes de hierro que se utilizaban para depositar la basura, gran cantidad de parrillas que servían de seguridad en algunas zanjas que hay en el colegio, entre otras cosas que representan pérdidas económicas considerables para la institución.
El problema de los hurtos en escuelas radica, según el profesor Urriola, en que en la parte trasera del colegio existe un acceso que se ha creado a la orilla de una calle que colinda con la barriada 20 de Diciembre, mejor conocida como El Sapo y que es una de las zonas rojas dentro del distrito de David.