(UTRECHT, Holanda). Con dos caricias de penal de su estrella, goleador y mejor jugador del torneo, Lionel Messi, Argentina se coronó pentacampeón mundial Sub-20, al derrotar a Nigeria 2-1 en una durísima final disputada ayer en Utrecht, Holanda.
Una vez más desequilibrante, Messi abrió el marcador a los 40 del primer tiempo tras un penal que le cometieron y definió el partido a quince minutos del final, con otra pena máxima, esta vez por falta sobre Sergio Agüero.
John Owoeri había empatado para Nigeria al inicio del segundo tiempo (53).
El capitán Pablo Zabaleta alzó la copa en medio de la locura de los pibes argentinos, que dieron de inmediato la tradicional vuelta olímpica, la quinta de Argentina en este tipo de certamen, lo que la convierte en la primera pentacampeona, superando a Brasil, que se queda con cuatro títulos.
Los argentinos ya se habían coronado en Japón 1979, Qatar 1995, Malasia 1997 y Argentina 2001.
Pero, más allá del pentacampeonato, el mundial de Holanda será para Argentina el de la aparición a nivel mundial de una nueva promesa de crack, Lionel Messi.
Si bien Argentina se llevó el título, el partido no había empezado nada bien para el equipo de Francisco Ferraro, ya que en los primeros minutos Nigeria se adueñó del balón con el elegante John Obi Mikel armando el juego desde el círculo central y buscando asociarse con Sani Kaita y Promise Issac.
No había grandes jugadas de riesgo, es cierto, pero cada vez que tomaba el balón Mikel, la cancha parecía agrandarse para Nigeria y, en medio de la fricción que caracterizó esa primera etapa, fueron los africanos quienes tuvieron las mejores ocasiones.
Al final no bastó el esfuerzo nigeriano y fue Argentina, la que comenzó una fiesta y una "suerte de venganza" de la paliza de Brasil en la final de la Copa de Confederaciones.