FUE DESPEDIDO AUNQUE PADECE DE INSUFICIENCIA RENAL La difícil realidad de Ilías

Vielka Cádiz
Chiriquí EPASA
Recuperar su trabajo para así continuar abrigando la esperanza de vivir, es la consigna que mantiene desde hace tres meses Ilías Alvarez Jované, un joven de 29 años de edad, residente en la Barriada Victoriano Lorenzo de David, quien fue despedido del Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN), a pesar de que padece insuficiencia renal. Ilías tenía cuatro años de laborar en la institución gubernamental, donde desempeñaba el cargo de jefe inmediato del Departamento de Medidores y en otras ocasiones cumplía la función de oficinista; sin embargo, el pasado 3 de marzo fue destituido sin causa y motivo. Manifestó que ese día, él solo recibió una carta donde se le comunicaba que debía abandonar su puesto, porque como dicen en buen panameño, estaba "votado". Pero estar desempleado y carecer de los recursos para mantener a su familia, no es la única preocupación que en estos momentos absorbe la tranquilidad del joven, sino la cruda realidad de tener un mal que lo ha obligado a someterse a un riguroso tratamiento de por vida. Resulta que el muchacho tenía la enfermedad hace ya mucho tiempo, pero no se la habían detectado sino hace apenas cuatro años, cuando tuvo que ser intervenido quirúrgicamente con carácter de urgencia en el Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid, porque corría el peligro de morir sino se le hacía un trasplante de riñón. Gracias a Dios, el órgano de Ilías fue compatible con el de su hermano y este no tuvo que demorar más tiempo recaudando alrededor de 20 mil balboas, que es el costo que tiene la citada pieza vital. "Esa era la única manera de seguir con vida, porque mis dos riñones quedaron como una pasita y no servían para nada", dijo el joven en un tono triste y de acongojado. Sin embargo, ahora tiene que tomar una serie de medicamentos de por vida, para que el riñón no sea rechazado. Dichas medicinas tienen un valor que supera los 100 balboas mensuales, recurso del cual carece el padre de familia, porque no cuenta con un trabajo. A esto se agrega el hecho de que perdió el derecho al seguro social y no tiene el dinero para comprar los medicamentos. Además, tiene que visitar el ninfrólogo constantemente, quien es el especialista encargado de examinar la forma en que trabaja un riñón dentro de un organismo que no es el suyo. Ilías aclaró que en estos momentos se encuentra bien; sin embargo, se mostró sumamente preocupado, porque no sabe lo que le pueda pasar en el futuro; sino logra ser reintegrado a su trabajo. De ello depende más que nada, que él tenga la posibilidad de comprar los medicamentos y recibir el tratamiento adecuado, que consiste en ingerir al día los productos conocidos como Acitioprina, Predisona, Ciclosporina, entre otros. El enfermo desempleado tiene que mantener a un hijo de dos años, una esposa, una madre y un infante que apenas se forma y quienes al igual que él, se quedaron sin seguro desde el momento en que lo votaron de su empleo en el IDAAN. Reveló que es el hombre de la casa y era quien llevaba el peso de pagar los recibos de luz y agua; sin embargo, en estos momentos tiene pendiente en su cuenta dos recibos de la empresa EDECHI, por lo que existe el temor de que la corten. El joven presentó su caso ante la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa, que en días recientes visitó la provincia de Chiriquí, y estos en conjunto con el gobernador Miguel Angel Fanovich, se comprometieron a realizar las gestiones pertinentes, para tratar de resolver su difícil caso. Con un tono de desesperación, el joven hizo un llamado a la presidenta Mireya Moscoso, para que interponga sus buenos oficios y lo ayude a conseguir el reintegro que tanto necesita.
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