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PERO DICE QUE EL NO FUE
Se entrega acusado de asesinar a 11 personas
Bogotá
EFE
Un hombre buscado por la Policía de Colombia por la matanza de once personas cometida hace tres días en una discoteca de Bogotá se entregó a las autoridades pero negó ante ellas ser el autor del crimen. El hombre, identificado sólo como Miguel por el diario "El Tiempo", que informó ayer de su entrega, y cuyo nombre y rostro coinciden con el de la persona que los testigos señalan como el responsable de la matanza, se presentó el domingo ante la Fiscalía y allí se declaró inocente. "Yo soy el hombre al que buscan, el del retrato 'hablado' (robot), pero no soy el asesino", dijo Miguel, según el rotativo, cuya versión no ha podido ser confirmada por EFE en fuentes oficiales. El acusado aceptó que estuvo en la discoteca "Reminiscencias", donde se perpetró la masacre, e incluso admitió haberse peleado con otro grupo de personas antes de marcharse. Sin embargo, negó que hubiera regresado después al local, en un barrio del sur de la capital colombiana, acompañado de otros hombres y armado de una subametralladora con la que el asesino disparó de forma indiscriminada contra los presentes. Además de las once víctimas mortales, entre ellas el dueño y dos trabajadores del establecimiento, en el ataque otras siete personas resultaron heridas graves. El hombre que se entregó es un comerciante, según los testigos que le reconocieron, entre ellos una mujer cuya identidad se mantiene en la reserva y que al parecer fue el objeto de la disputa, en la que inicialmente se enfrentó el asesino con algunos de los clientes de la discoteca. Según una de las versiones sobre el caso esto fue lo sucedido: Es de noche. La música y el alcohol abundan en la discoteca "Reminiscencias". Un joven, con varias copas encima, se acerca a un grupo e invita a bailar a una mujer. La joven se niega, el hombre rechazado se va enfurecido de la discoteca pero promete regresar. Pasada la medianoche, el joven ingresó nuevamente al local con dos amigos y una metralleta Uzi. Y disparó contra el grupo por el que se sintió rechazado. Ocho personas murieron en la discoteca y otras tres mientras recibían asistencia médica. Las víctimas tenían entre 19 y 35 años. Así lo confirmó el general Argemiro Serna, comandante de la policía metropolitana de Bogotá. Comentó que el asesino logró escapar pero que hay pistas que permitirán su captura. Esa información no borrará los recuerdos a los familiares de los muertos. "Es un acto de intolerancia de un hombre alicorado", agregó el jefe policial y dijo que la única formula para impedir este tipo de riñas es que los administradores de los establecimientos públicos establezcan controles para impedir el ingreso de armas. Los muertos son nueve hombres y dos mujeres y entre los heridos hay cuatro hombres y una mujer, según el informe oficial de la Policía Metropolitana de Bogotá. Entre los muertos están el administrador del lugar y el disc-jockey. La policía dio a conocer un retrato hablado del agresor y sus acompañantes, y ofreció el equivalente a unos 7.500 dólares de recompensa. No es la primera vez que se registra una matanza de este tipo en Bogotá. En 1987, en un restaurante del norte de la ciudad, un hombre que padecía desequilibrios mentales asesinó a 17 personas. Un policía, para defender al resto de los clientes del local mató al asesino.
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