Cuando el Mundial de Fútbol Alemania 2006 termine (9 de julio), con él llegará a su fin la carrera de grandes figuras que han aportado toda su sabiduría y magia en este deporte.
Los terrenos de juego estarán vacíos, hasta que se dé paso al proceso natural, la renovación, aquel relevo generacional tan imprescindible en la vida y en el deporte.
Algunos de los viejos, los que se irán tras el Mundial, se convertirán, por sus logros y méritos propios, en leyendas, otros llegarán a la estatura de mitos, mientras que los jóvenes impetuosos e irreverentes, opacados por la luz de los hoy grandes jugadores, buscarán reemplazar su legado. ¿Tendrán éxitos estos chicos para los cuales el cielo es apenas un escalón? Sólo el tiempo lo dirá.
Dentro de cuatro años nos volveremos a ver. El futuro está en Sudáfrica 2010, y de seguro ya habrá alguien que reemplace a Zinedine Zidane, el genio francés, que tantas glorias dio a la Juventus, al Real Madrid y a Francia, que con aquellas "jugaditas" complació al maestro Eduardo Galeano.
En Francia deben estar preocupados, porque actualmente "el mago", el padre de la "roulette", no parece tener un sucesor definido. ¿Lo tendrá dentro de cuatro años? ¿Podrá alguien igualar sus hazañas, como aquella vez que detuvo el tiempo, en esa noche mágica en Glasgow, cuando logró convertir un melón en gol y la novena Liga de Campeones fue para el Real Madrid?
La pregunta del millón: ¿Quién se pondrá la camiseta con el diez en el equipo de Francia? ¿Quién llevará ese peso?
Sin lugar a dudas, que con la marcha de Pavel Nedved, la República Checa quedará huérfana de guerreros, de esos que dan todo por su equipo.
En otro caso, cuando cuelguen las botas Roberto Carlos o Roberto Ayala, en Brasil y Argentina, respectivamente, sale al paso la siguiente interrogante: ¿Habrá alguien capaz de tener un mejor "sprint" o sus saltos vertiginoso?
Le tocará a los más jóvenes asumir responsabilidades ineludibles en Argentina y Brasil. En Sudamérica el legado parece estar asegurado, porque a través de muchos años han brindado productos de calidad. ¿Pero será capaz Lionel Messi de guiar a Argentina, o Robinho de impulsar a Brasil?
España con hambre de títulos tiene a Fernando "El Niño" Torres, Andrés Iniesta y Cesc Fábregas para intentar buscarlos.
Por su parte, los ingleses confían en su "Niño Malo", Wayne Rooney, igual que en Joe Cole, Frank Lampard, Steven Gerrard y Ashley Cole.
La nueva camada que se forma en este Mundial de Alemania 2006, está llamada a ser protagonista en Sudáfrica, donde ojalá y Dios quiera, tengamos a otros magos del balón.