Suiza y Honduras se enfrentarán hoy por primera vez en su historia en el desenlace del Grupo H del Mundial de Sudáfrica que para los europeos supone la oportunidad de rematar una faena que empezaron bien ante España y para los centroamericanos una cuestión de "honor".
Los dos equipos llegan obligados a ganar en este cierre del grupo, en el que simultáneamente también jugarán España y Chile, todos con posibilidades de pasar a octavos de final, incluso Honduras, el de más pobre desempeño.
Y como sólo el triunfo garantiza mantener vivas esas posibilidades, suizos y hondureños irán armas al hombro al Free State de Bloemfontein.
Para Honduras, tras mostrarse como la más débil del grupo y entre las peores del Mundial de Sudáfrica, el segundo al que asiste en 28 años, el triunfo bastaría para lavarse la cara sin necesidad de pasar a los octavos de final, que sería algo milagroso.
A pesar de sus dos derrotas ante Chile y España, por 1-0 y 2-0, los hondureños tienen remotas posibilidades de alcanzar la clasificación si vencen a los suizos -sería su primer triunfo en un Mundial- y lo hacen por un marcador amplio, pero también sólo si España cae ante los chilenos.
El seleccionador de Honduras, Reinaldo Rueda, ha resumido así el partido contra Suiza: "Es de salvar el honor y hasta soñar con alguna posibilidad" de clasificación.
Rueda ha dicho, ante las críticas sobre las debilidades de su equipo en la defensa, que no piensa hacer cambios en esa zona.
Los jugadores hondureños, al igual que el colombiano Rueda, no cesan de lamentar que ante Chile y España hayan carecido de confianza en sí mismos y sostienen que mañana quieren escribir una historia distinta.
"Espero que en el partido contra Suiza tengamos más convicción, más hambre de ganar el partido", dijo el centrocampista Ramón Núñez, mientras que Jerry Palacios expresó: "No nos queremos ir con las manos vacías".
La selección "catracha" no lo tiene todo perdido y por ello "contra Suiza seguramente va a salir una Honduras más ofensiva porque tenemos que ganar o ganar, hay que arriesgar todo", afirmó el atacante David Suazo.
Suiza, con el alemán Ottmar Hitzfeld al mando, quiere repetir la historia de 1994 en Estados Unidos y de 2006 en Alemania, cuando se clasificó a octavos de final, y si es posible llegar hasta la siguiente fase, igual que en 1934 en Italia, 1938 en Francia y 1954 en su propio terreno.