Al menos 12 jóvenes perecieron, entre ellos: ecuatorianos, chilenos y colombianos, al ser arrollados por un tren cuando cruzaban las vías para ir a una fiesta en la playa en una estación de la costa noreste de España, dijeron ayer las autoridades.
Una multitud, en la cual había muchos inmigrantes latinoamericanos, acababa de descender de un tren que había llegado a Castelldefels, cerca de Barcelona, casi a la medianoche del miércoles, para ir a una fiesta nocturna en la playa festejando el inicio del verano boreal. En lugar de salir de la estación por un paso subterráneo, unos 30 de ellos lo hicieron por las vías, dijeron testigos.
Segundos después, un tren de larga distancia que no para en esa estación arrolló a los jóvenes, mientras su silbido partía el aire.
El boliviano Marcelo Cardona, de unos 30 años, describió la escena como infernal. Los jóvenes cruzaron "en una oleada", dijo, pero él se frenó y esperó en el andén.
"La euforia de bajarse del tren se convirtió de inmediato en gritos. Había gente que gritaba: "mi hija, mi hermana", dijo Cardona. Agregó que "había gente mutilada, sangre por todas partes, sangre en el andén".
Por otro lado, el cónsul general de Ecuador, Freddy Arellana, dijo que las víctimas "no encontraron la señalización adecuada" para cruzar las vías, según le explicó a él mismo un funcionario ecuatoriano que vivió el atropello, informó la agencia Europa Press.
El funcionario y su familia cruzaron las vías indebidamente y "estuvieron a décimas de segundo de ser víctimas", según el cónsul, quien precisó que por él saben que entre los muertos hay fallecidos ecuatorianos, chilenos y colombianos.
La empresa ferroviaria RENFE se negó a dar declaraciones en torno al accidente, sin embargo, afirmó que el tren iba a 139km/h y que el conductor dio negativo en las pruebas de alcohol.
ACCIDENTE: GRAVEDAD
El accidente ferroviario fue el más grave desde 2003, cuando 19 personas perecieron en una colisión entre un tren de pasajeros y uno de carga.