Lunes 22 de junio de 1998

 








 

 

EDITORIAL
Mundial Francia 98 vs efemérides patrias

En ocasión del Campeonato Mundial de Fútbol Francia 98, las diferentes colonias y aficionados que conviven con nosotros han exteriorizado las simpatías al onceno de su predilección con despliegue de banderas, poster, afiches, y concentraciones en restaurantes.

Esto no lo vemos mal porque se trata de una fiesta deportiva mundial que despierta pasión en las multitudes que se identifican con el fútbol. El ángulo que merece una crítica es que ese mismo fervor no lo demuestran los panameños en las fiestas patrias.

Es lamentable que nuestras efemérides hayan ido perdiendo el brillo de antaño y gran culpa de ello la tienen las autoridades educativas que parecen haber perdido la mística para exaltar cosas más prosaicas.

Antes, los comerciantes colocaban al frente de sus almacenes una gran bandera nacional y decoraban sus vitrinas con motivos patrióticos. La inercia y permisibilidad hizo que esa costumbre se fuera perdiendo. También las emisoras tocaban todo el día música típica, pero con la comercialización de los conjuntos de música típica popular ya no se distingue cuál es la auténtica música panameña de la colombiana o de la afrocaribeña, ya que hay una mescolanza de ritmos que nos han hecho perder la identidad nacional.

Esperamos que ese mismo entusiasmo de colocar en los automóviles banderas argentinas, brasileñas, y colombianas sea contagioso y que en noviembre, mes de la Patria, enarbolen banderas panameñas.

A pesar de que Panamá no está representada en el Mundial Francia 98, dos televisoras y varias emisoras están transmitiendo los partidos. Y lo más inexplicable: en el Pre Mundial de Béisbol que se juega en Managua, ninguna televisora transmite el evento y no más de dos emisoras, a pesar de que el béisbol es el deporte del pueblo panameño y en donde tenemos buena actuación con victorias sobre Colombia, Nicaragua y Estados Unidos. Incluso, sacrifican la misa dominical o la media hora con Dios, para atender al Mundial del cual somos meros espectadores.

Reiteramos que no vemos mal estas transmisiones, pero que no perdamos las proporciones. Que aprendamos a querernos nosotros un poquito más. Que los fanáticos del fútbol lo sean también de las cosas nuestras. No podemos seguir siendo oscuridad de la casa y claridad de la calle. Nada ganamos con embriagarnos de la gloria ajena cuando debemos apoyar y exaltar nuestros valores que aquí los tenemos en diferentes disciplinas. No nos confundamos ni dejemos que nos confundan. Sólo es cuestión de respetar y fortalecer nuestra identidad nacional.


 

 

 


 

AYER GRAFICO
"Chenda" Córdoba, la primera mujer acordeonista que hubo en Panamá.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, abuso del usuario.


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