Luego de revelarse una conspiración de tres paquistaníes para matar al embajador estadounidense en Afganistán, Zalmay Jalilzad, pidió al país vecino que arreste a los altos líderes talibanes que se esconden en Pakistán.
Pakistán dijo que las declaraciones hechas por el portavoz del gobierno afgano, Jawed Ludin, le habían "sorprendido" y reiteró que nunca permitiría que su territorio sea usado por el terrorismo contra cualquier otro país.