Dinamarca y los "leones indomables" de Camerún, los dos equipos derrotados en la primera jornada del grupo E del Mundial de Sudáfrica, buscan hoy (1: 30 p.m.) sumar sus primeros puntos para seguir optando al pase a octavos de final.
El partido no es una final para los dos, pero se le parece mucho, porque el derrotado tendría muy complicado seguir adelante en la competición e, incluso, quedar eliminado en función del resultado del otro partido del grupo, que enfrenta a Holanda con Japón.
Por eso el partido toma ya tintes dramáticos para ambas selecciones. Más para los africanos, que tras perder con Japón, tienen casi la obligación de ganar a Dinamarca para no dejar todas sus opciones puestas en el duelo contra Holanda.
Los hombres que capitanea el delantero Samuel Eto'o afrontan el encuentro en un ambiente enrarecido, con un seleccionador, Paul Le Guen, discutido y cuestionado en sus decisiones técnicas por los jugadores, con rumores incluso de destitución en una concentración muy revuelta.
La ausencia del técnico, en la rueda de prensa de ayer, disparó los rumores sobre una posible reunión con los responsables de deportes cameruneses. Eso derivó en ruido de sables y la prensa del país comenzó a especular con una posible salida del banquillo.
El propio Eto'o, carismático capitán del grupo, deslizó alguna frase crítica con el seleccionador.
"Soy el máximo goleador de la selección en la historia del fútbol camerunés porque he jugado en la delantera. Pero eso no me impide obedecer al entrenador si me dice que tengo que jugar en un puesto determinado", afirmó.