El asesinato de una señora cuyo auto y cadáver es calcinado para borrar las evidencias, es otra prueba palpable del incremento de la criminalidad en el país.
Cada semana se registra un hecho delictivo que sorprende a todos. Aparecen hombres ejecutados que luego son lanzados a la vía pública, hombres que se meten a moteles de ocasión con niñitas, asalto de carros blindados en la entrada de supermercados y ahora el crimen espantoso de una señora, forman el inventario de ilícitos que poco a poco atemorizan a la gente decente del país.
Una de las promesas del gobierno de la Patria Nueva era dispensar al país una seguridad integral, pero sucede lo contrario. Aunque la responsabilidad total no es de la Fuerza Pública, la verdad es que corresponde a ellos la labor preventiva de los delitos.
Cuando se daba la transición del gobierno arnulfista hacia la Patria Nueva se cuestionó el operativo de la "Mano Dura" que implementó la administración Moscoso, pero al menos se notaba la presencia policial en las calles y el hampa debía replegarse a sus guaridas.
Si no hay presencia de los uniformados en las calles, los maleantes se sienten a sus anchas para hacer y deshacer. Los últimos hechos reclaman urgentes acciones de las autoridades del país, para frenar la delincuencia, de lo contrario, cada semana estaremos reportando un crimen peor que el anterior.