EDITORIAL
El satanismo, la ignorancia y la política criolla
Aunque no hizo mención
de ello en la Cita Eucarística, para el máximo prelado de
la iglesia católica panameña, Monseñor José
Dimas Cedeño, sigue siendo motivo de preocupación en la comunidad
nacional, los casos de satanismo y violencia que se están dando en
forma creciente en nuestro país.
Panamá es una nación que pareciera estar en manos de una
mafia extranjera de charlatanes, brujos, adivinos y de personas que venden
ilusiones, ya que la ignorancia ha sustituido la débil fe que están
mostrando en los últimos años los ciudadanos de esta República.
Parecieran ahora muy lejanos los días de los sacerdotes Morón
y Conde, cuando la fe católica era un muro infranqueable por el que
no pasaban las sectas religiosas y, mucho menos las supercherías,
ni las pruebas de la baraja ni la tabla esotérica de la Ouija.
Poco a poco, sin que nadie lo advirtiera y con la complicidad de algunas
autoridades que tratan de contemporizar con los representantes de esos grupos,
se fueron filtrando dentro de los estratos más humildes de nuestra
sociedad .
La aterradora evidencia de que adolescentes escolares practican el satanismo
y que esas manifestaciones se dan en la música y otras subculturas,
debieran alertar a nuestras autoridades eclesiáticas, para ponerle
un alto a esta escalada de amoralidad.
Por el momento, se impone una retoma de valores ciudadanos porque se
observa un rápido deterioro de las fuerzas morales que deben regir
nuestros actos. La grey católica no sólo está en peligro
de que se desencadene la violencia por la falta de cumplimiento del pacto
ético electoral, sino porque no hay voluntad de respetar las reglas
del juego y eso se pone de manifiesto con las diatribas que enlodan a los
dirigentes de partidos políticos. Creemos que la advertencia que
se hizo en la Cita Eucarística es válida, pero se debió
profundizar sobre un problema medular como lo es el satanismo.
Debe quedar claro que la brujería y el satanismo existen. De las
penumbras han emergido y explotan el misterio y el ocultismo alegando que
las fuerzas demoníacas son más poderosas que Dios y le dan
respuestas supuestamente a quienes quieren erradicar la miseria humana.
Y el peligro está en que no reaccionamos rápidamente y postergamos
la solución de este problema en forma integral.
El progreso económico no siempre va acompañado de sólidas
normas morales. Y éste es el ángulo que están explotando
de que un ingrediente de la "civilización" es la permisibilidad
de todo lo bueno, lo malo y lo feo, aunque ello signifique drogas, satanismo,
sectas y la degradación, cada vez mayor, de esta sociedad de consumo
que se sigue alejando de Dios.


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