El defensor del Pueblo, Ricardo Vargas, aseguró ayer que el incinerador de basura tóxica internacional localizado en Amador no será reabierto hasta que cumpla con los requerimientos sanitarios para la protección de la salud de los panameños.
Vargas respondió ante quejas presentadas por residentes de las áreas de Balboa y Amador, quienes participaron de una marcha en protesta a la construcción ilegal de industrias en el área y un incinerador para basura proveniente de barcos.
El Ministerio de Salud (MINSA) ordenó el cierre temporal del incinerador ubicado en la isla turística de Flamenco, debido al incumplimiento de las normas sanitarias para el tratamiento y transporte de la basura internacional.