La cultura del bochinche mandó a una mujer tasajeada al hospital y dejó a otras ardientes de coraje y con ganas de terminar lo que empezaron.
Faltando una hora para finalizar el día sábado, fue llevada al Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás, Luzdalia Linares, de 30 años, bañada en sangre, en un auto Mazda verde con matrícula 490397.
La misma procedía del barrio de Santa Ana. Tenía cortadas en el omoplato y muslo derecho; la cara y el antebrazo izquierdo.
Detrás de ella venían dos mujeres enardecidas buscando a su víctima para "recogerla", según decían.
A una de ellas - de tez blanca y entrada en carnes- le corría un hilillo de sangre desde la frente. La otra -alta, delgada y piel trigueña-, la seguía muy cerca con un puñal asomando al cincho de su pantalón.
La mujer de tez blanca se acercó a la pareja de Luzdalia y le dijo con ademanes fieros: "Ojalá y se muera, porque sino, cuando sale, la recojo". Acto seguido, salió huyendo porque se acercaban los policías.
Aparentemente, la situación violenta reventó a raíz de un chisme entre las vecinas del barrio, ya que la supuesta agresora no cesaba de gritar "..por bochinchosa..".
RASTREO
La agresora llegó acompañada de otra mujer al hospital a buscar a su víctima para terminar el trabajo. Las unidades policiales fueron avisadas y emprendieron un operativo para la captura. Buscaron en cada esquina del área, pero no fueron encontradas.